Para José Martín Chávez Enríquez, la vida no ha sido nada fácil. Y es que ha perdido 16 familiares por el Covid-19.

“No he tenido tiempo ni de llorar, estoy como pasmado. Mi mamá murió antier, a mi papá todavía lo tengo enfermo en casa y mi hermana ya logró salir adelante. No sé de dónde me salen fuerzas para seguir adelante”, comunicó.

Dijo que el primero en morir fue un tío lejano, y cuando la familia fue a velarlo a su vivienda, en Cuautitlán Izcalli, estado de México, muchos se contagiaron.

“El virus arrasó, acabó con casi toda la familia, se fueron enfermando y muriendo. Mi mamá de 62 años estuvo en cama, pero se puso grave y la tuve que llevar al Hospital Vicente Villada y no logró sobrevivir. La incineré y tengo sus restos en mi casa porque ni tiempo de ir al panteón”. De la misma manera se fue su abuelo y tres tíos directos.

Chávez Enríquez ha gastado todos sus ahorros (cuenta con un Spa que actualmente está cerrado por la pandemia) para el cuidado de sus familiares, gastando, con médicos, oxígeno y medicina, alrededor de 80 mil pesos.

Reconoció que él también acudió al velorio, pero no se enfermó “gracias a Dios”. Expresó su tristeza porque ni siquiera pudo darle un buen sepelio a su madre, ya que “todo es tan rápido, hay que incinerarlos, no se pueden enterrar”.

“Accedí a la entrevista porque quiero que toda la gente se entere y vean lo importante es cuidarse y protegerse de esta enfermedad”.