* En el evento, líderes de organizaciones indígenas advierten que están organizados para luchar por la libre determinación con base a usos y costumbres
JESÚS SAAVEDRA
EL CHARCO, Ayutla.— A 18 años de haberse perpetrado la masacre de 11 indígenas de esta comunidad indígena, persiste en este lugar la exigencia de “justicia” por ese hecho, pero también la demanda de que se les permita la libre determinación de los pueblos y que no se vaya a modificar esa ventana jurídica para once viudas y huérfanos que reivindiquen la organización de sus pueblos de acuerdo a usos y costumbres.
Este martes, en este poblado de la Costa Chica se realizó la conmemoración de esta fecha con una marcha desde la comisaría, hasta la escuela del pueblo, donde hace 18 años una partida del Ejército se encontró con un grupo del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), alojada en las aulas de la primaria de la localidad donde se habían refugiado tras una alerta preventiva de las fuerzas militares, lo cual, hasta la fecha lo niegan quienes sobrevivieron ese día.
Habrían gritado su rendimiento y aun así les dispararon, se resume en la conmemoración, donde se aprecia la figura de Ernesto Che Guevara a un costado de la escuela y que aún muestra las huellas de los disparos en la pared.
Este martes a 18 años de esta masacre, el sacerdote Ferdinand Kouadio, originario de Costa de Marfil, trata de entender lo que sucedió hace 18 años. “Lo que sucedió es porque la gente no conocía a Dios, si no está en nuestro corazón pasan cosas feas que no podemos imaginar, el mundo ya perdió su sabor, ser luz y ser sol en este mundo de tinieblas, en donde desaparecen 43 muchachos de Ayotzinapa y no se sabe dónde están; o como aquí en este pueblo en donde hace 18 años mataron a hombres”, asegura.
Añade que “pasan esas cosas malas porque la gente no conoce a Dios. Podemos transformar al mundo, si hay buenos policías que vivan según la ley la violencia, va a desaparecer en nuestros pueblos, la gente se aleja de Dios, tenemos que ser testigos”, invita.
El misionero que tiene su congregación con su capital en Roma y sedes en México, en Acapulco y Ecatepec, dijo que “las viudas que quedaron ya les mataron a sus esposos y se preocupan que van a comer mañana porque el señor no está, tiene preocupaciones legítimas y el señor les dice que nunca se acabará la sal y el aceite, hay un mensaje de paz y de justicia, hay que pedir por las viudas, por los huérfanos, por los 43 estudiantes desaparecidos”, convoca.
Señaló que cuando “la humanidad pierde la memoria, se pierde la humanidad, cada año celebramos este evento, esta masacre. Es bueno no olvidar, recordando podemos orientarnos mejor y evitar los errores del pasado. Gracias por participar en la misa, en el evento, hay que recordar lo que pasó en El Charco y la desaparición de los 43 y otras cosas feas que nos causa dolor, ese dolor es Dios que los ama”, asegura.
En el evento realizado en la cancha del poblado, Donaciano Morales Porfirio agradeció “la visita de las organizaciones, la policía comunitaria, catequistas, siempre hemos sido utilizados y se acabó, nuestra justicia tiene fundamentos en la ley 701”.
El coordinador de la Casa de Justicia de El Paraíso, Rolando Reyes Mejía, criticó que hay varias organizaciones que solo “lucran con esos 18 años de esta masacre el gobierno, les pedimos que no lo hagan, hay un nuevo sistema comunitario y aclaramos, que no estamos para pelear con el gobierno, estamos para cuidar al pueblo”.
Se quejó de que el gobierno los acuse ahora de secuestradores; “el gobierno no nos quiere, en oficinas hay muchos proyectos para El Charco, pero no hay nada; el gobierno nos acusa de secuestradores y eso no es cierto; el gobierno, eso sí, acusa a los compañeros de delitos que no existen y les exigimos que no vengan a utilizar a nombre de El Charco, eso ya se acabó”.
Por su parte, Efrén Cortés Chávez sostuvo que “muchos saben lo que pasó aquí, siempre van a alcanzar nuevas generaciones para defender su territorio, esta masacre fue una agresión del gobierno, sabían que había gente armada pero el 95 por ciento era civil, era una reunión y ellos dijeron ‘ya los agarramos y lo van a pagar’, que es un pueblo rebelde y han recurrido sabiamente al derecho a ejercer su libre determinación, su justicia, su territorio; esta fuerza no se ha creado para confrontar, es para defender, no es una fuerza para pelear, los pueblos que no se defienden pierden lo más importante que es la dignidad humana”.
En la reunión, Nicolás Chávez Adame dijo que la autodefensa en la zona era un “ejemplo de seguridad local e internacional, nos une los corazones por el dolor y sufrimiento que nos hermana a todos, se debe respetar la autonomía de los pueblos originarios, no generar protagonismos innecesarios, vienen reformas para privatizar, nos separan diferencias hay que enfrentar unidos al estado, los proyectos no se hacen para pelear contra el gobierno, es para defendernos”.