•  Los marinos que manipularon evidencias en el basurero de Cocula, en octubre de 2014, estaban bajo el mando del almirante Rafael Ojeda cuando éste era comandante de la 8ª Región Naval en Acapulco
  • El GIEI evidenció “la complicidad e implicación de altos mandos de las fuerzas armadas para acallar la verdad bajo un manto de completa impunidad”

Jesús Saavedra

El Comité de Madres y Padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala aseguró que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sigue obstaculizando las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República, y condenó que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya exonerado de la manipulación de evidencia en el basurero de Cocula, en octubre de 2014, al ahora secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.

El sábado, los padres de los estudiantes desaparecidos fijaron su postura sobre el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en el que “reveló la participación desconocida hasta ahora de la Secretaría de Marina, donde se evidencia la complicidad e implicación de altos mandos de las fuerzas armadas para acallar la verdad bajo un manto de completa impunidad”.

Añaden que “los militares persisten en ocultar la verdad sobre el caso Ayotzinapa; los expertos informan de una operación de Estado donde se crea un montaje para proteger las necesidades y conveniencias de los poderosos en turno. ¿A quién se está protegiendo?”.

Destacan que en ese informe, el GIEI “asegura que agentes del Ministerio Público, cuerpos policiacos, funcionarios públicos, altas autoridades y políticos falsificaron actas, inventaron llamadas,

alteraron las escenas del crimen para crear una simulación que conformó esa ‘verdad histórica’ y así poder sabotear la investigación”.

En ese sentido, aseveran que con ese informe “se comprueba una vez más que el autor responsable de esta desaparición forzada fue el Estado. El basurero de Cocula nunca albergó las cenizas de nuestros hijos, al final solo sirvió como un patrón de fabricación de evidencias y montajes elaborados por las fuerzas armadas en contubernio con altas autoridades y la clase política para cerrar el caso”.

Denuncian que la Sedena y la FGR “siguen sin abrir todos sus archivos y los implicados en las decisiones parecen estar fuera del alcance de la Ley”.

Expresan su preocupación por que el presidente López Obrador “nos externe por un lado su voluntad política para aclarar el caso Ayotzinapa”, y por otro “exculpe sin investigación alguna al actual almirante, José Rafael Ojeda Duran, quien era comandante de la 8ªRegión Naval de Acapulco” en ese entonces, ya que en las pesquisas del GIEI apuntan a que “todos los altos niveles de la zona estuvieron en comunicación directa” y sabían lo que les estaba ocurriendo a los normalistas.

Reprochan que López Obrador también exoneró al exsecretario de Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, a pesar de que “fue una pieza fundamental para poder aclarar los sucesos y aun así solo demostró una gran resistencia a entregar y abrir documentos y testimonios importantes ligados al caso. Actualmente goza de completa impunidad”, señalan.

Los padres de los 43 consideran que la “manipulación de los hechos por la Secretaría de Marina y demás complicidades, nos deja ver que siguen faltando muchas respuestas y que el paradero de nuestros hijos es desconocido”.

Afirman que en este caso hay “involucramientos escabrosos de los tres poderes de gobierno y de instituciones creadas para brindar a los ciudadanos verdad y justicia junto con las fuerzas armadas tanto de la Marina como del Ejercito, los cuales realizaron desde torturas hasta la obstrucción de justicia, alteraciones de las supuestas escenas del crimen y un patrón, repetimos, de completa impunidad que se perpetua hasta el día de hoy dejando al desnudo una línea de corrupción inimaginable. ¿Así se imparte la justicia en nuestro país?, ¿por qué tardó casi ocho años la Marina en presentar un video que constata su presencia en el lugar de los hechos?”

Insistieron que la Sedena “obstaculiza y se niega a entregar documentación requerida para conocer lo que realmente sucedió utilizando su poder e influyentismo y resistiéndose a la transparencia sin consecuencia alguna”.

Reconocen la labor del GIEI “a pesar de tantos obstáculos que han sabido sortear; también reconocemos a las organizaciones y ciudadanía en general comprometidas por lograr la verdad y la justicia”.

Añaden que les queda claro que “los poderosos han jugado con nuestras esperanzas, nos han mentido sin contemplación mirándonos a los ojos. Sabemos que el tamaño de una mentira se mide por el largo de la explicación y el ancho de la excusa; pero a ellos les decimos que seguimos y seguiremos firmes y de pie, no claudicaremos; estamos fuertes pues un hijo se lleva toda la vida en el corazón, esa es nuestra fuerza y estamos seguros de que los encontraremos”.