• *  Saúl, hermano de Magdalena Aguilar, cuyo cuerpo desmembrado fue hallado en centro botanero de Taxco, exige la captura del presunto responsable de ese homicidio que conmocionó al país por la crueldad

Josefina Aguilar Pastor

A dos años del feminicidio de Magdalena Aguilar, su familia continúa en espera de que el feminicida sea detenido y pague por su crimen, la sentencia de la madre es éste, no es suficiente justicia mientras él siga libre, señala.

Tras nueve días de desaparecida, el 24 de enero de 2018, el cuerpo desmembrado de Magdalena Aguilar Romero, fue localizado en un botanero, propiedad de su expareja César “N”, en el centro de la ciudad de Taxco de Alarcón.

“En un local de tres metros de ancho, cubierta su entrada con un portón sin razón social que funcionaba como centro botanero propiedad de César “N”. Al interior mide cinco metros de largo, donde hay sillas y mesas blancas, hay una parrilla de tres quemadores, donde se observa una olla de peltre, la cual contenía las extremidades superiores e inferiores cocidas, en el piso se observó una bolsa de plástico color negro que tenía la pelvis ya cocida y en el interior de un refrigerador se encontró el resto del cuerpo semi congelado”, informó en aquel entonces la Fiscalía General del Estado (FGE).

Fueron nueve días los que la familia de Magdalena la buscó afanosamente, denunció la desaparición ante la FGE, pero esta no “actuaba”, declaró en su momento la familia, la cual, con apoyo de organizaciones sociales, organizaron una marcha en Taxco de Alarcón, fue bajo esa presión, que la autoridad actúo, acudió al domicilio de la expareja, donde finalmente encontró sus restos.

El pasado 24 de los corrientes, se cumplieron dos años del feminicidio de Magdalena, aunque su desaparición fue reportada el 13 de enero del 2018. Saúl, hermano de la víctima, dijo que no ha sido fácil sobrellevar la vida todo este tiempo, porque como familia se han enfrentado al señalamiento, descrédito, hostigamiento y hasta amenazas, no solo de parte de la familia del presunto responsable, Cesar Gómez Arciniega, sino de la propia FGE, que incluso ha desestimado testimonios en contra del acusado.

Dijo que hasta el momento, solo Silvia Arciniega, madre de Cesar Gómez, ha sido vinculada a proceso y sentenciada “supuestamente” a 40 años de prisión. El pasado 6 de diciembre del 2019, durante la Audiencia de Individualización de Sanciones y de Reparación del Daño, el Tribunal de Enjuiciamiento Penal la sentenció con una pena privativa de la libertad de 40 años de prisión por el delito de feminicidio, y una multa por reparación del daño.

“Supuestamente”, dice Saúl, debido a que desde la Fiscalía les han informado que solo son 20 años de sentencia, “no sabemos porque, les dijeron a mis papás que un día cuenta por dos días”, pero la FGE manejó un veredicto que no es, afirmó. 

Por otra parte, informó que a petición de la defensa de Silvia “N”, la FGE está tratando de desviar la investigación, adjudicándole supuestas amenazas, por lo que ahora él, como denunciante, ha pasado a ser denunciado y está sujeto a una averiguación “para deslindar responsabilidades”, según les han informado desde la Fiscalía.

Por otro lado, Saúl también dio a conocer, que todo parece indicar que la FGE, ha abandonado el caso y la investigación; les habría informado que siguiendo los acuerdos internacionales, habrían integrado el caso a la Interpol para la localización de Cesar Gómez, y su fotografía debería aparecer en la lista de dicha organización, “pero yo me metí a su página, lo busqué por su nombre, lo busqué, y no, no está”, ni siquiera aparece en la propia página de la Fiscalía, denunció.

Ante ello, es la propia familia, la que a través de redes sociales, continúa en la búsqueda del supuesto feminicida César Gómez, pide la colaboración de la población para su localización, “no tenemos quien nos oriente, quien nos marque lo que tenemos que hacer, en la fiscalía le han dado carpetazo”, lamentó.

A dos años de los hechos, la familia de Magdalena Aguilar, ha perdido la confianza en las instituciones, en el gobierno; está segura, que no hará nada para dar con el paradero de Cesar Gómez, vincularlo a proceso y pague por el crimen que cometió.

No alcanza a comprender como una persona que no es “importante”, no pueda ser localizado, aunque reconoció que cuenta con la ayuda y encubrimiento de sus hermanas, no es alguien económicamente tan poderoso como no ser localizado, además de que como denunciantes, han aportado los datos suficientes del lugar donde pudiera esconderse, y no ha habido respuesta por parte de la FGE.

“Ha sido muy doloroso, muy complicado, muy difícil, para todos como familia, pero no nos cansaremos de pedir justicia, de que el responsable sea castigado y pague por lo que hizo, hemos sido muy pacientes, pero tarde o temprano va a pagar” expresa Saúl, con la voz entrecortada, haciendo pausas,  para no soltar el llanto.

El pasado 24 de enero, a dos años de su asesinato, la familia de Magdalena ofreció una misa en la catedral de Santa Prisca, en Taxco.