* 25 auditorías en curso, al gobierno de ROM

* Se abstiene Contralor a “prejuzgar”  corrupción

* El gobierno del “Royer” está bajo la lupa

 

Jorge VALDEZ REYCEN

 

–¿Ve usted a Rogelio Ortega Martínez en la cárcel?

La pregunta es directa, frontal, a bocajarro, al secretario de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, Mario Ramos del Carmen, quien mira fijamente al reportero, dudando en la respuesta. No dice ni “sí”… ni “no”.

Elude la respuesta con el argumento de que son 25 auditorías que están en curso en estos momentos y que “no se puede prejuzgar nada”.

El gobierno de Héctor Astudillo Flores recibió apenas el 27 de octubre del 2015 una administración en bancarrota, saqueada, con finanzas públicas endeudadas. Sin embargo, la parsimonia de Ramos del Carmen es elocuente, al abordar uno de los temas más álgidos, candentes y de gran expectativa social.

-¿Ve usted a Rogelio Ortega Martínez en la cárcel por corrupción?

Repito la interrogante al contralor que se mueve instintivamente a los lados, desvía la mirada huidiza, se trompica con la saliva, tose nervioso, pero no responde. Permanece tranquilo, en la espera de algo que lo salve de un momento embarazoso con el reportero que lo cuestiona. No… nada dice.

Insiste que las auditorías están en curso, en proceso y que se tiene que agotar un procedimiento legal. Hay recursos para solventar posibles irregularidades o inconsistencias. El argot de los auditores es incomprensible, a veces. Pero también deben ser discretos, pues su trabajo es detectar presuntos actos de corrupción y exigir a los involucrados que presenten soportes y papeleos.

Otra pregunta parece incomodar a Ramos del Carmen: Oiga, la percepción de la gente es que si no hay acciones concretas contra la corrupción, se perderá la esperanza de que se combata la impunidad. ¿Cree usted que vaya a quedar impune el grave quebranto a las finanzas públicas de Guerrero?

Ramos del Carmen palmeó el hombro del reportero. Se puso la sonrisa afable, cordial y dio por terminada la entrevista.

Antes se hubo deslindado del pleito entre su compadre Luis Walton Aburto y Evodio Velázquez Aguirre. “Yo no tengo tiempo para andar en esas cosas”, dijo.

-¿Ya fumaron la pipa de la paz Luis y Evodio?

-No sé. Yo estoy metido en mi chamba en la Contraloría y supe por los medios del escándalo. Pero a mí que no me metan en sus cosas. Yo hago mi trabajo, que por cierto es bastante.

Ya no quedaron ganas al reportero de seguir incomodando a quien estuvo sentado a dos lugares del gobernador Héctor Astudillo Flores, cuando se reunió con los presidentes municipales y les leyó la cartilla de que cuiden el recurso, sus gastos y liciten las obras. Permaneció atento, observador y discreto. Luego se fue caminando lento, parecía cargar algo pesado en la espalda que ligeramente lo encorvaba.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.