En una entrevista salpicada de reflexiones, anécdotas y recuerdos, algunos gratos y otros no tanto, Ángel Aguirre Rivero durante casi una hora habla de política, de sus dos administraciones como gobernador del estado y no elude tocar el tema de lo ocurrido en la ciudad de Iguala, la negra noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

En la conversación con Jorge Valdez Reycen habla de los trágicos hechos en que tres personas que estuvieron en el lugar y la hora equivocados, y tres estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, fueron asesinados, y 43 normalistas más desaparecieron sin que hasta la fecha, a más de ocho años y casi cinco meses después, se sepa de su paradero.

“Fue la delincuencia organizada, no creo que haya participado el Ejército Mexicano” como institución, afirma.
Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero en dos ocasiones, una como interino durante tres años y medio mes, por el PRI (1996-1999) y la segunda tras ganar la elección constitucional en 2011 por una coalición de partidos encabezada por el PRD, hasta su intempestiva salida de la gubernatura en 2014, un mes después de lo sucedido en Iguala, deja entrever que se le tendió una trampa.

A Jorge Valdez, columnista de EL SOL DE CHILPANCINGO y autor del programa “Sin medias tintas” en YouTube, Facebook y otras plataformas digitales, le cuenta sus inicios en la política guerrerense,
en la administración de Don Alejandro Cervantes Delgado (1981-1987), donde tuvo una meteórica carrera administrativa.

Fue colaborador del gobernador José Francisco Ruiz Massieu (1987-1993), quien le vaticinó: “vas a ser gobernador de Guerrero”.
Cuenta anécdotas interesantes como cuando “hice hasta de cupido” para lograr la inversión del Macrotúnel, entre la actriz Sophia Loren y el magnate mexicano Carlos Slim, durante el Festival de Cine en Acapulco.

Lamentó dejar dos proyectos inconclusos tras su abrupta salida del Poder Ejecutivo del estado en octubre de 2014: el “Maribús” y “Aerobús”.

Sobre sus planes políticos, le dice al periodista: “no quiero ser ni diputado ni senador… quiero ser un hombre que busque la reconciliación nacional”.
Se abre de capa por el canciller Marcelo Ebrard para que obtenga la candidatura presidencial en el 2024, porque “está preparado y es una mente brillante, de estadista”.

Sobre la tragedia de los estudiantes de Ayotzinapa, señala:

“A mí me quisieron llevar a la cárcel… me pretendieron vincular a la delincuencia organizada… reiteradamente intentaron encarcelarme. Fue una película de terror que no tiene fin”, afirma.
Señala: “Ya basta” con lucrar con el dolor de los padres de los normalistas desaparecidos.
Tengo mi conciencia tranquila… y soy el más interesado en que esto se resuelva hasta donde tope…