• El exdirector del zoológico afirmó que el titular de la Semaren lo despidió porque quiere administrar a su antojo el presupuesto de 6.5 mdp para su funcionamiento, junto con su hermano, su hijo y su yerno
  • Admitió que realizó intercambio de animales con particulares, pero afirmó que no hay ninguna irregularidad en ello; negó haber ordenado que 5 cabras pigmeas fueran sacrificadas, cocinadas y servidas en la fiesta de fin de año en diciembre pasado 

Jesús Saavedra

El exdirector del Zoochilpan, José Rubén Nava Noriega, afirmó que las acusaciones en su contra por supuestos actos de corrupción, negligencia médica y hasta el sacrificio y consumo de cabras pigmeas, se deben a que el secretario de Medio Ambiente, Ángel Almazán Juárez, quiere controlar la inversión estatal directa de 6.5 millones de pesos que se destina a la operación del zoológico, con la ayuda de familiares.

El exfuncionario ofreció una conferencia para fijar una postura ante las graves acusaciones que hizo en su contra el titular de la Semaren, con el respaldo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaría del Medio ambiente, el martes pasado.

Rubén Nava mostró actas de entrega recepción para sustentar el “intercambio” de especies que estaban en el Zoochilpan con particulares, las cuales las autoridades estatales y federales señalan como indebidas o sin valor, porque son firmadas de manera unilateral por el exdirector y trabajadores del zoológico, ya que esos actos debieron ser notificados, autorizados y supervisados por esas instancias superiores a su cargo público.

Primero habló de las cabras pigmeas y sostuvo que recibió 7 ejemplares, no los 10 —5 machos y 5 hembras— que el titular de la Semaren sostiene que había en el inventario, de los cuales Rubén Nava habría ordenado que 4 fueran sacrificadas, guisadas y ofrecidas en la fiesta de fin de año del Zoochilpan en diciembre pasado.

“Claro que hubo fiesta y el hecho que nos hayamos comido unos chivos no significa que fueran cabras, fueron chivos, no fueron del zoológico, es falso”, dijo, y aseguró que esos chivos eran de su propiedad y que los donó para la fiesta de fin de año.

Aseguró que el informe oficial que presentó la Semaren, en el cual se le señala de haber cometido diversas irregularidades, es una “guerra sucia que se ha iniciado en mi contra”.

Además defendió lo que llamó “intercambios de varios animales” como los watusis, las cebras y los borregos de barbería.

Admitió que se “intercambió” (con un particular de Querétaro) una cebra que nació en el Zoochilpan porque el macho se comportaba violentamente, y que a cambio recibieron 3 ciervos rojos.

Justificó que en 10 meses impulsó ese “intercambio” de varios animales porque tenemos un “zoológico geriátrico”, y en el caso específico de los watusis dijo que decidió “intercambiarlos” porque por su cornamenta no cabían en la jaula en donde estaban. “Es ganado y no son un atractivo para la gente, estaban en una jaula con poco espacio”, precisó.

Dijo que a cambio llegaron al Zoochilpan “equipo de comunicación, bocinas de primer nivel, medicamentos, herramientas, un equipo de leche tibia y sí es un horno de microondas”.

Cuando se le pidió que informara los domicilios en donde están ahora los watusis y la cebra, Rubén Nava respondió que “no puedo mencionar nombres por respeto a las personas” con las que hizo este “intercambio”.

Y a la pregunta de que si los animales estaban en casas particulares, dijo: “¡no, no, no, no, es una casa, son comercializadoras debidamente legalizadas para esa actividad, no puedo dar datos, los voy a exhibir”.

Nava Noriega cometió un exabrupto pues en una parte de la conferencia dijo textual: “se realizó la venta… no fue una venta, fue un intercambio con un particular y no te puedo decir (su nombre), fue un acto legal y que sirvió al zoológico”.

Sobre la muerte del venado rescatado en Zinnia, el exfuncionario descartó haber incurrido en actos de negligencia médica, aunque aceptó que si le cortó su cornamenta. “Se le dio la atención, soy médico no un ser supremo que pueda garantizar la salud, falleció lamentablemente el animalito, se le cortaron las astas por riesgo de lastimar al personal, se quitan sin anestesia, es queratina lo que se está retirando, desgraciadamente no sobrevivió”.

Aseguró que sus “intercambios” todos fueron avalados, “todo está bien reglamentado como debe ser”, pero aceptó que “no hubo comunicación con el secretario”.

Se quejó de que “hay una guerra sucia, se habla de un venado y no hubo tanto problema cuando se murió un elefante, había 3 leones y no hubo tanto escándalo que se murieron 3 leones, el problema no es el venado, los intercambios, el problema es la inversión estatal directa en el Zoológico donde se manejan al año 6.5 millones de pesos y representa más del 50 por ciento del recurso de la Semaren, que es de 12 millones de pesos al año”.

Informó que en diciembre del 2021, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda le dio su nombramiento como director del zoológico, pero hasta marzo del año pasado Ángel Almazán Juárez lo reconoció. 

“No me quería firmar, quería poner en mi lugar a su sobrino, José Alberto Catalán Almazán, es una pelea por el control del zoológico y por eso la guerra sucia, querían manejar el presupuesto a su antojo”.

Acusó además al titular de Semaren de incorporar en la nómina del Zoochilpan a su hermano Benito Almazán Juárez; a su yerno Fidel Montemayor Zetina, y en proyectos a otro hijo Roberto Carlos Almazán Núñez. “Querían una empresa familiar”, acusó.

Defendió que haya autorizado y avalado la compra de fármacos que no se utilizan en animales del Zoochilpan, “hay muy pocos fármacos que van a decir que su uso es exclusivo de un animal en específico, habemos gentes que tenemos experiencia en contención química, en reproducción de animales, fármacos, cirugías ortopédicas”.

También rechazó que haya utilizado facturas falsas para comprobar recursos y acusó a Ángel Almazán de haberlo cesado del cargo como director de Zoochilpan sin darle derecho a ofrecer su versión. 

“Abre una investigación y no puedo hacer una ejecutoria como la que él hizo; él me cesó, no la gobernadora, violó el debido proceso, oficialmente la gobernadora no me ha destituido”, afirmó, e informó que le envió un escrito a la mandataria en el que le pide una audiencia.

Aseguró que actuará conforme a la ley y se reservó su derecho de proceder contra las autoridades estatales y federales, que según él lo están “difamando”.