• El presidente afirmó que por eso su administración reforzará los programas sociales, sobre todo el Sembrando Vida, para que “no se vea la gente obligada a sembrar droga”
  • Admitió que es una “convicción y un desafío” pacificar al país cuando concluya su administración, y que mantendrá su política de “abrazos, no balazos” para contener la inseguridad en el estado

Jesús Saavedra

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en Guerrero la causa principal de la violencia es la pobreza extrema en la que viven miles de familias y por ello su gobierno ha fijado como objetivo impulsar programas sociales para que esas personas tengan opciones de subsistencia y no se vean obligadas por la necesidad a sembrar enervantes o a dedicarse a actividades criminales.

Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario confirmó que estará en Guerrero desde este viernes y hasta el lunes por la mañana, para supervisar los programas de bienestar que aplica su administración.

“La violencia en Guerrero se origina en buena medida por el abandono de las comunidades, de los pueblos y lo mejor para enfrentar la violencia es que haya opciones trabajo, que haya bienestar y que se atienda a los jóvenes”, afirmó López Obrador.

Añadió que “voy a reforzar todo el programa de bienestar para Guerrero” y destacó que “es el único estado donde se entrega el fertilizante a todos los productores de manera gratuita, para que se sepa a nivel nacional, es gratuito, destinamos cada año cientos de toneladas de fertilizante para que la gente pueda producir sus alimentos”.

El presidente subrayó que en la zona de la Montaña, “por ejemplo hay quienes son jornaleros agrícolas que se van al norte seis meses y regresan a trabajar su tierra, y les hace falta el abono como se le llama al fertilizante”, y que “desde que entregamos el fertilizante hemos aumentado la producción de maíz”.

“Es el estado con más desnutrición en México, nos importa mucho que se fortalezca el sistema de producción y autoconsumo, que tengan para comer”, reiteró.

Sin embargo, admitió que los programas que entrega el gobierno federal “no bastan, necesitamos apoyar más, se está extendiendo el programa Sembrando Vida y voy a eso a Guerrero, para ver cómo ampliamos el programa, que sea una opción alternativa y no se vea la gente obligada a sembrar droga que tenga opciones, alternativas”.

Explicó que ese programa federal se aplica en lo que se llama el Triángulo Dorado, que comprende los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua, donde se siembran enervantes y “la gente está contenta con el programa Sembrando Vida”.

“Sostengo mi filosofía de que el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias que llevan a algunos a esas conductas antisociales”, añadió.

López Obrador consideró que se deben de cambiar esas “circunstancias, atender mucho a los jóvenes, ese es el desafío mayor y por eso voy a Guerrero, donde tenemos que consolidar el sistema educativo, consolidar las universidades públicas. Voy a reafirmar el compromiso que se va a trasladar la Secretaría de Salud en Guerrero lo más pronto posible, ya sea en Chilpancingo o en Acapulco”, añadió.

Recordó que en Acapulco hay un edificio disponible para ubicar ahí las oficinas de esa dependencia, por lo que “ahora que está bajando el contagio y tenemos más tranquilidad por la pandemia”, empezaría la mudanza de “toda la Secretaría de Salud” al puerto.

Añadió que el domingo encabezará el domingo un acto por el natalicio de Benito Juárez, el lunes sesionará temprano el gabinete de Seguridad y más tarde ofrecerá su conferencia de prensa matutina que por lo regular encabeza en Palacio Nacional.

“Este fin de semana lo vamos a dedicar a Guerrero, estaremos en Chilapa, Chilpancingo, Ometepec, Ayutla y Acapulco”.

Una convicción y un desafío pacificar a México o no vamos a acreditar históricamente a nuestro gobierno

López Obrador también se refirió a la reunión que tuvo con gobernadores electos y en funciones de Morena, en Palacio Nacional, el miércoles, en la que estuvo presente la gobernadora electa de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda.

El presidente dijo que se trató de hacer compromisos para enfrentar de manera coordinada la violencia que priva en algunas regiones del país y aceptó que es una “convicción y un desafío” pacificar al país cuando concluya su administración.

“Si no terminamos de pacificar a México por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno, es un desafío hasta político porque nuestros adversarios hasta se frotan las manos”, aceptó.

Aseveró que “el tema fue sobre la seguridad y de cómo seguimos trabajando de manera coordinada para seguir enfrentando la violencia que hay en algunas regiones” y señaló que se ha “avanzado bastante. Si me tocara informar sobre delitos del fuero federal, les digo que tenemos una disminución del 25 por ciento; los homicidios en efecto son del fuero común, pero ni modo de decir que es culpa de los gobiernos estatales. No, todos tenemos responsabilidad y tenemos que enfrentarla”, precisó.

Presumió que en su administración “llevamos una estrategia distinta” a la de gobiernos “conservadores y autoritarios” que “son partidarios de la mano dura, de medidas coercitivas, de cárceles, de leyes duras. Esas son balandronadas. Lo que se tiene que hacer es atender las causas y poner el ejemplo”, señaló.

Acusó sin señalar a nadie en particular que quienes estuvieron en gobiernos anteriores “actuaron como delincuentes, no se sabía dónde terminaba la delincuencia y donde empezaba la autoridad, no había fronteras, era lo mismo”.

Aceptó que la inseguridad en México “es un desafío, pero hay otra forma de atenderla, y no es ‘mátalos en caliente’ o la tortura, que era una práctica usual hasta hace muy poco. Torturar, las masacres en enfrentamientos, los que quedaban heridos los mataban. Eso no”.

Crítico que sus adversarios “se ríen, se burlan, porque he dicho que abrazos no balazos y vamos a demostrar que funciona. No soy partidario de la Ley del Talión, del ojo por ojo y diente por diente, no podemos quedarnos chimuelos y tuertos”.

Insistió en que “hay un enfoque nuevo” para enfrentar la inseguridad, porque “ellos nunca atendieron al pueblo y se dedicaron a robar. Lo único que hicieron por los jóvenes es llamarles ninis y hasta se reían. Nunca hicieron nada por los jóvenes. Por juicio práctico es mejor tener a los jóvenes estudiando que en la calle”, finalizó.