• Monseñor Leopoldo González reiteró la importancia de “continuar con el uso de cubreboca, evitar aglomeraciones, conservar la sana distancia, salir de casa a lo necesario”

Ana Lilia Torres

ACAPULCO. — Sólo unidos podremos superar la crisis que se ha evidenciado y agravado por la pandemia de COVID-19 en Guerrero, afirmó el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González.

Durante un mensaje transmitido por Facebook, el prelado llamó también a los ciudadanos a reflexionar sobre el derecho a la vida, como la condición fundamental para poder gozar de todos los demás derechos, pero invitó también a protegerla entre todos.

En ese sentido, destacó que durante “la pandemia hemos visto esfuerzos, grandes hasta la heroicidad, de innumerables personas, familias e instituciones por salvar la vida de quienes enfermaban”.

El clérigo señaló que una forma de cuidar la vida en esta fase de semáforo rojo es observar las medidas preventivas para disminuir el riesgo de contagio.

“Es importante continuar con el uso de cubreboca, evitar aglomeraciones, conservar la sana distancia, salir de casa a lo necesario, lavarse más frecuentemente las manos, acudir al médico a los primeros síntomas y recibir la vacuna cuando nos toque”, dijo.

Expuso que es durante la pandemia y sobre todo en los momentos de preocupación y angustia por un ser querido enfermo, cuando se ha sentido el valor “de cada vida humana y de su dignidad, en todo momento de su itinerario terrenal, desde la concepción en el seno materno hasta su conclusión natural”.

Monseñor González González expresó que cada ser humano existe, porque su vida ha sido respetada desde cuando fue concebido hasta ahora.

“Si se suprime el derecho a la vida de los más débiles, ¿cómo se podrán garantizar efectivamente todos los demás derechos?” Desde esta perspectiva, renuevo mi llamado para que se le ofrezca a cada persona humana el cuidado y la asistencia que necesita”, indicó. 

También se expresó en contra de los homicidios y la impunidad en que quedan muchos asesinatos y dijo que esto hace mucho daño. 

“El derecho a la vida de cada hombre y de cada mujer implica no sólo que su vida sea respetada, también ha de ser cuidada”, dijo el clérigo.

Finalmente, pidió que en cada persona se refuerce su convicción de respetar y proteger la vida de cada mujer y de cada hombre, porque nadie es autosuficiente, sino que se necesita la unión de todos.