• * Monseñor Salvador Rangel dijo que instruyó a párrocos de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa para que no se hagan procesiones públicas para celebrar a la Virgen de la Natividad, en septiembre

Redacción 

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, se quejó de que hay “gente terca, terca, pero terca” que insiste en realizar festejos religiosos patronales a pesar de la pandemia de COVID-19.

En entrevista, el prelado indicó que cinco sacerdotes de la Diócesis se infectaron de coronavirus, tres de ellos jóvenes y dos mayores de 80 años. 

“Afortunadamente ya van saliendo de la enfermedad, solamente uno de los jóvenes que tuvo una especie de recaída; los mayores de 80 años fueron los primeros que se recuperaron”, comentó. 

Por ello, Rangel Mendoza exhortó a los fieles católicos a “poner mucho empeño en cuidarse porque está de por medio la vida”. 

Señaló que ya está próxima la conmemoración de la Virgen de la Natividad, el próximo 8 de septiembre, fecha que es ampliamente celebrada por los católicos de Chilpancingo y Chilapa de Álvarez. 

El obispo informó que ya se reunió con los párrocos y acordaron que “no se van a hacer procesiones públicas” y que únicamente se celebrarán las misas dentro de las catedrales y se transmitirán a través de internet. 

Rangel Mendoza indicó que también se reunió con el alcalde de Chilapa, Jesús Parra García, para acordar medidas de prevención. 

Señaló que “en Chilapa es muy tradicional la famosa tigrada” y el Ayuntamiento se comprometió a no promoverla para evitar aglomeraciones. 

Sin embargo, el obispo no descartó que “de seguro habrá uno que otro loco que la va a querer hacer”, y por eso insistió en que es necesario que la ciudadanía haga conciencia del riesgo. 

“(En la Iglesia Católica) tenemos muchas fiestas patronales y nosotros estamos siguiendo las medidas sanitarias en las iglesias, como la sana distancia, el tapete sanitizante, el cubrebocas, el gel, pero hay gente que se empeña, gente terca, terca, terca que quiere sus fiestas (patronales)”, reprochó el obispo Salvador Rangel. 

El jerarca católico pidió a los creyentes “que entiendan que no podemos hacer fiestas ahora, que no podemos hacer estas reuniones masivas”. 

Agregó: “Sí tienen derecho a la fiesta, la diversión, la alegría, pero hay que ser prudentes”. 

Rangel Mendoza consideró que “lo que nos falta en Guerrero es una buena educación y conciencia”. 

Subrayó que el país ya registra más de 53 mil muertos por coronavirus y casi medio millón de infectados. 

Señaló que hay otros países con cifras más “escandalosas”, como Estados Unidos, donde llevan cuatro millones de contagiados y 165 mil muertos. 

Aun así, expresó su desacuerdo con el aislamiento social como medida de prevención. 

“Es como si el avestruz ve el peligro y mete la cabeza en la tierra; yo creo que debemos enfrentar el coronavirus de una manera inteligente y con valentía, porque no podemos dejar que se retrasen o se atrofien la economía y la educación, o también el otro azote que tenemos, la inseguridad”, expuso.