Alondra García

Después de calificar como una “puesta en escena que no ha sido nada agradable” el video en el que se ve a niños que son adiestrados en el manejo de armas para incorporarse a la policía comunitaria de Chilapa, el gobernador Héctor Astudillo Flores anunció que este martes se instalará en esa ciudad la Mesa Regional de Coordinación para la Construcción de la Paz, que dará seguimiento a la violencia que enfrenta esa zona. 

En entrevista para el noticiero matutino de Capital Máxima, el mandatario estatal indicó que en la mesa participarán el Ejército, la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado y la Policía Estatal. 

Esta medida forma parte de la estrategia de atención tras el asesinato de 10 músicos de la localidad de Alcozacán y el reclutamiento de niños en las actividades armadas de la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en ese lugar.

Astudillo Flores aseguró que con la instalación de la Mesa de Coordinación en Chilapa se tendrá “un mejor seguimiento de estos acontecimientos que se han convertido en algo verdaderamente delicado”.

Añadió que “para nadie ha sido grato ver a los niños uniformados como policías comunitarios y con armas que no son de ellos, se las prestaron quienes organizaron esa puesta en escena que no ha sido nada agradable ni en el mundo, ni en el país, ni por supuesto para nadie, porque los niños son lo más importante que podemos tener en un país, en un pueblo y en una familia”, expuso. 

Subrayó que los niños deben de recibir “cuidado, orientación y educación”, en lugar de “colocarlos con un arma” e involucrarlos en problemas que competen a los adultos. 

En ese sentido, el gobernador señaló que “la mayoría” de los niños que fueron reclutados por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF) reciben becas del gobierno federal y “no se puede decir que están en el abandono”, sentenció.

Por ello, Astudillo Flores dijo que es necesario un análisis profundo para entender por qué sus familias los armaron y los enlistaron en la Policía Comunitaria.

Recordó que en mayo de 2019 se registró un caso similar, de niños reclutados por un grupo de autodefensa en la localidad Rincón de Chautla, en esa misma zona. 

“Por cada comunitario que maten, vamos a matar 10 sicarios”, advirtieron en ese entonces los niños a través de un video que se difundió en redes sociales, pero en esa ocasión las armas eran de madera, mientras que los niños comunitarios de Alcozacán portaban armas reales.

“Esas son cosas que no ayudan a la formación de los niños y no colocan una ruta de solución”, dijo el gobernador, quien afirmó que la zona se encuentra en calma y que hay presencia permanente del Ejército, Guardia Nacional y Policía del Estado. 

También dijo que el gobierno del estado hará lo necesario para garantizar que haya bienestar, salud y educación en esas comunidades indígenas.

Remarcó que la mayoría de los profesores son bilingües y viven en la zona, por lo que incluso uno de ellos participó en la mesa de diálogo que se instaló el viernes. 

El gobernador subrayó que lo prioritario es “evitar que se sigan agrediendo y quitando la vida” lo grupos de civiles armados que operan en ese zona del estado y se asumen como policías comunitarias, porque “han generado confrontaciones por el control del territorio”.

“Lo más importante es que se haga justicia para las familias y las 10 personas que fueron asesinadas de una manera cobarde y cruel (…). Vamos a llevar una ruta de respuesta y atención a Chilapa para que las cosas mejoren”, apuntó.