Nada de política
Séptima parte

Sadyhel Astudillo

Seguimos con los menesteres de la política aprovechando la temporada de elecciones. Estas colaboraciones se han enfocado a dar una opinión de lo negativo de la política en México, en particular la falta de innovación, el abuso de la ignorancia, el incumplimiento de promesas, el abuso de autoridad y un largo etc. Hoy tocará hacer mención de cómo esto ha repercutido en la visión que tenemos algunos de los mexicanos, y en particular jóvenes, respecto de la política.

Recuerdo que hace varios años, cuando cursaba la primaria, los fines de semana veía en televisión abierta un programa de concursos donde los participantes eran niños de alrededor de 12 años de edad. En una ocasión, alguien del staff le preguntó a un niño del público sobre que quería ser de grande, el niño se puso de pie y de muy solemne manera dijo: presidente de la República. Las reacciones alrededor de él fueron variadas –no era para menos— unos se sorprendieron y otros más les ganó la risa; la persona que le formuló la pregunta le expresó su felicitación y le agradeció su sinceridad. En esa ocasión estaba viendo el programa con mi papá, quien volteo a verme y me dijo: ¿Tú también quieres ser presidente de la República? Hice un gesto como si acabara de chupar un limón y le dije: No (al parecer esa fue una de las primeras decepciones que le di).

Para la gran mayoría de los adolescentes y niños, la política son un montón de adultos con traje, aburridos, cansados, que hablan lento y sobre cosas que a nadie le importan (al parecer ni a las personas que están presentes con ellos). No hacen cosas interesantes como atender enfermos, curar animales, operar grandes máquinas, practicar deportes, ni nada remotamente parecido. Por lo tanto el interés hacia la política en la primera etapa de la vida es prácticamente nulo. A este hecho debemos sumarle que “tradicionalmente” los niños en la primera etapa de la vida, son cuidados por sus madres a las cuales (comúnmente) tampoco les interesa la política; entonces, si por alguna razón el niño le pregunta a su madre algo sobre la política, lejos de motivarlo a saber más lo alejara diciéndole: “sólo son un bola de ratas” o algo semejante.

Quedémonos ahora con esa expresión “son un bola de ratas” (como bien sabemos ese es de los insultos más “suavecitos” que por lo regular los mexicanos le hacen a los políticos), que se tiende a generalizar. Si alguien se interesa por la política o decide estudiarla, muchas veces lo meterán dentro del mismo saco y lo acusaran de ladrón, interesado por el dinero, vendido, provocando así que aun pasando la adolescencia y llegando al momento de elegir una carrera, los jóvenes no consideren las ciencias políticas como opción de profesión.

Ahora les pregunto algo ¿A quién no le gusta saber un poco de informática para poder arreglar o instalar una pieza a una computadora? Yo creo que a todos, y no solo de informática; de ciencias para que no nos agarren de bajada con temas que no dominamos; de matemáticas para que no nos roben el cambio; de medicina para no auto medicarse; de música para relajarse tocando un instrumento. Entonces, es necesario saber también de política, en particular sobre legislación electoral y procesos electorales, para que los candidatos no nos quieran comprar con tecnicismos o con propuestas que antes se han hecho. Debemos saber un poco de todo para no estar “a ciegas” y poder defendernos ante cualquier situación y evitar que nos tomen desprevenidos. De hacerlo así, podremos escoger con mejores fundamentos a nuestros candidatos.

De igual forma es necesario “inyectar sangre nueva” a la clase política en México. Recordemos que muchos de los candidatos sólo están brincando de puestos y de partidos sin generar cambios o propuestas; por el contario, un joven que aún no está maleado y que tiene el ímpetu de mejorar las cosas, podría refrescar la ya tan odiada cara de la política.

Entonces pues estimados lectores, esta es una atenta invitación a mantenernos al tanto sobre la política para poder opinar objetivamente sobre ella y no ser parte de la “borregada”; también para los jóvenes interesados en ella, para que la estudien y logren los tan anhelados cambios positivos para todos los mexicanos, como para un franco y sostenido desarrollo del país.

letrasadyhel@outlook.com