* Adrián Alarcón aseguró que a quien lo sustituya como presidente municipal de Chilpancingo, le exigirán que cumpla su obligación de dotar mejores servicios públicos y mayor seguridad a los habitantes de la capital

 

Rosario García

 

Adrián Alarcón Ríos, dirigente en Chilpancingo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), consideró que la salida de Marco Antonio Leyva Mena como alcalde de Chilpancingo —ayer presentó la solicitud de licencia para separarse del cargo y hoy será dictaminada y aprobada por el Congreso del Estado—, debe servir como ejemplo para que otros presidentes municipales atiendan y resuelvan las demandas ciudadanas.

El dirigente empresarial dijo que la licencia de Marco Leyva es un triunfo de la sociedad organizada, y manifestó su beneplácito por la decisión del priista de dejar la alcaldía, luego de las constantes críticas de los habitantes de la capital del estado por la falta de resultados al frente del ayuntamiento capitalino.

Alarcón Ríos por la mañana, en entrevista de radio, había recomendado a Marco Leyva hacer un ejercicio de conciencia y dejar el cargo que le confió el electorado con su voto.

Adelantó que quien llegue a sustituirlo le exigirán lo mismo: que dote de los servicios públicos a la ciudadanía y que brinde garantías de seguridad.

Adrián Alarcón advirtió que si el sustituto de Leyva Mena “no funciona”, también tendrá que dejar el cargo, porque, insistió, la salida del alcalde capitalino debe ser referente para el resto de los presidentes municipales.

Consideró que en adelante tendrá que ser la sociedad civil la que haga rectificar la conducta de los ediles y aquel que no funcione que pida licencia o se le inicie un juicio de revocación de mandato.

Insistió que el desenlace de la fallida gestión municipal de Leyva Mena es un mensaje para todos los alcaldes, de todos los partidos políticos y de todas las ideologías, y que en adelante la sociedad estará vigilante de lo que hagan bien o mal sus gobernantes

Finalmente dijo que a pesar de la preparación de Leyva Mena en lo académico, no cumplió con las expectativas que se tenían de él ni de la administración que presidió.