Felipe Victoria 

 

¿Mexicanos aperplejados?

 

Lástima que geográficamente el estado de Guerrero está como relleno del sándwich: entre dos entidades ardientes por la narcoguerrilla urbana en que utilizan de carne de cañón a normalistas y miembros del magisterio disidente.

Gabino Cué Monteagudo cuenta los días para poderse ir del mando estatal oaxaqueño, pero a Silvano Aureoles le sacan canas verdes, igual casi que a Héctor Astudillo Flores.

Los servicios de inteligencia de la federación, la Marina Armada y el Ejército no ignoran quienes están detrás de la subversión y de donde provienen los apoyos financieros para esa “revolución” que un personaje juró hacerle al presidente Enrique Peña Nieto desde diciembre de 2012, pero aplican prudencia política en vez de la energía legal.

El longevo dictador Porfirio Díaz optó por irse del país exiliado en Francia, él batalló muchos años imponiendo paz y orden como fuera, logrando progresos para la nación, así que reconoció la parte de razón que le asistía a Francisco I. Madero con su obsesión por el sufragio efectivo y dejó que llegara a presidente.

La falta de carácter de Madero para tomar decisiones difíciles lo convertiría en mártir. Sobrevino la época en que caudillos codiciaban la Presidencia matándose, hasta que llegó Plutarco Elías Calles a disciplinarlos creando un partido oficial del gobierno.

El PRI no soltó el control durante décadas, permitiendo un remedo de democracia electoral, tolerando y financiando partidos de supuesta oposición que hacían montón.

Nació de las entrañas priístas esa Corriente Democratizadora de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, enojado porque el tricolor nunca lo candidatearía a la Presidencia y logró registrar su PRD, donde años más tarde se coló el priísta tránsfuga tabasqueño para poner a temblar a muchos, y prefirieron en el 2000 dar paso a la alternancia en el poder, pero con el tradicional y más antiguo partido ligado a los ricos y al clero, que con ayudas inconfesables lanzaron la candidatura de un dicharacahero ranchero guadalupano que ganó las elecciones, porque la gente ya estaba harta del priísmo.

Dos sexenios sucesivos los blanquiazules llevaron las riendas nacionales pero los mareó el poder y los sedujo la ambición; resultaba más productivo tolerar al narco y aliarse, aunque con la puesta en escena de una guerra inútil que costó muchas vidas.

El PRI en la lona por 12 años se las ingenió para no dejar ganar en el 2012 a López Obrador, el margen fue tan estrecho que el Tribunal Federal Electoral dio el gane al PRI, por el miedo al PRD tan rijoso y con ánimos revolucionarios desde 1988, cuando le robaron las elecciones a Cárdenas con una “caída del sistema” y en 1994 no le alcanzaron las canicas igual que en el 2000.

Hoy en día el panorama para los mexicanos se complica; ya no hay credibilidad ni confianza para la partidocracia, el PAN no supo lograr seguridad pública y al nuevo PRI parece que se le olvidó como se imponía en el Siglo XX, porque andan demasiado entretenidos con las grandiosas obras públicas y tolerando a gobernadores excepcionalmente voraces como en Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo.

Tanta impunidad y cinismo colma la paciencia de los mexicanos, que no miran para el 2018 ni siquiera una caballada flaca sino anémica, escudada en el cacareado respeto a los derechos humanos convertido en cobija de la delincuencia.

No son pocos quienes calculan que el próximo gobierno federal mexicano debiera comenzar por aplacar a los organismos no gubernamentales que disque defienden derechos humanos y ocuparse más de la vigencia real de las garantías constitucionales, sin pretextos ni contemplaciones para nadie.

Por supuesto la CNDH tendría que ser recortada presupuestalmente y poner a dieta ese elefante blanco, que ya no halla en donde meterse para justificar su existencia y hace como que hace, pero también le entró ya la “prudencia política” y dilatan la resolución de casos graves como el ayotinapazo de Iguala, jugando a los acertijos con el tal “Patrón de Huitzuco”.

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, no la vimos varios días.

-Me invitaron a unos operativos sindicales.

-¿Pudieron transitar libremente por carretera sin bloqueos?

-Muchos normalistas se adelantaron al relajo del 2 de octubre en Tlatelolco.

-¿Y esos chamacos tendrán noción de qué ocurrió hace 48 años si su edad promedio es como de veinte?

-Por supuesto que no, pero el chiste es pasear y darle vuelo a la adrenalina y su resentimiento social.

-Aaarajo teacher maestra, los rebeldes de ahora sí son peligrosotes, en cambio los manipulados estudiantes del 68 eran casi como corderitos gritones nada más.

-Sí chamacos, pero hubo un Gustavo Díaz Ordaz que dio la cara y sobre todo un Luis Echeverría que dio las órdenes de aplacar la revuelta con el Ejército antes de las olimpiadas.

-¿Se imagina qué harían esos personajes con el panorama de ahora en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán?

-Se me hace que lo mismo que Don Benito Juárez o Porfirio Díaz: haberlos puesto en paz imponiendo el orden de inmediato sin excusa ni pretexto y en caliente.

-Caramba, pues a los de ahora en el poder no les resulta eso de tratar a los insurrectos con florecitas y discursitos; por eso estamos aperplejados y con temores.