Temas Cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

 

Bloqueos nada resuelven

 

Mientras en la ciudad de México la secretaría de Gobernación, trata de destrabar con la Coordinadora Nacional de trabajadores de la educación, la ley relativa a la reforma docente, en Guerrero parece que esto es letra muerta, porque ha sido rechazada de manera violenta por los cetegistas, quienes inclusive para dar a conocer su rechazo, continúan cerrando oficinas del gobierno, así como bloqueando carreteras, sobre todo la Autopista del Sol ahora altamente transitada con destino a Acapulco, con motivo de las vacaciones de verano que acaban de iniciar.

Por lo que se aprecia los cetegistas son autónomos, porque de no ser así seguirían las indicaciones de la CNTE, que busca con las autoridades la forma de acabar el problema, en donde no haya vencidos ni vencedores.

A pesar de las pláticas mencionadas, aquí los cetegistas continúan con sus tareas de desestabilización social, lastimando a un alto número de personas, quienes son totalmente ajenas a sus lesivas actitudes, quienes tienen que soportar una serie de vejaciones de las que son víctimas.

Los maestros que han sido de baja, no tanto por sus tropelías como por haber abandonado sus escuelas, deber ser puestos en manos de la ley, tal y como lo ha sugerido el gobernador Héctor Astudillo Flores, para que ella determine los delitos por los cuales pierdan su libertad.

 

Mejorar viviendas

 

Históricamente Guerrero ha sido una entidad de pobreza manifiesta; hasta no hace muchos años su población rural habitaba humildes viviendas, levantadas muchas de ellas con materiales ligeros, techos de palma y piso de tierra, careciendo la mayor parte de los servicios públicos.

Hasta hace pocos años este tipo de vivienda fue desapareciendo de manera gradual, buscando las familias una mejoría en su habitar. Para el caso el gobernador Héctor Astudillo Flores, puso en marcha el programa Un cuarto más, el que tiene como especifico fin, acabar con las construcciones endebles, levantando en su lugar edificaciones que garanticen su seguridad; además otra habitación para de crecer la familia, se tenga de antemano un lugar para darle acomodo.

Aparejado con esto vendrá la introducción de servicios públicos, lo que se hará en donde se hagan falta, sobre todo en el medio rural el que sufrió de una incomprensible marginación.

Desde siempre por la falta de caminos, fue la región de la Montaña la que guardo un preocupante rezago; ahora para ir acabando de manera paulatina con él, se levantaran 7,500 habitaciones de las cuales alto número de ellas, estarán en esa región en tanto 11 mil cuartos, se levantaran en el resto de la entidad. Para dar a conocer lo anterior, el gobernador Astudillo Flores estuvo acompañado de alcaldes de la Montaña, Costa Grande y Chica, Centro, así como las del resto de la entidad.

 

Problemas sin solución

 

Desde hace varios años la entidad está caracterizada, por los muchos problemas que la agobian, sin que pueda mirarse a corto plazo estos puedan abatirse. A partir de la siembra y cultivo de drogas, principalmente marihuana y amapola, alta parte de la población dejó el arado para la siembra de maíz, porque lo que les da más dinero, aunque también en muchos casos les acelera la muerte.

Una añeja práctica que toca a su fin, es la quema de libros en la Universidad Autónoma de Guerrero, lo que ha quedado definitivamente abolido por disposición de la rectoría de esa alma mater. Ese bochornoso suceso dejó en la grey estudiantil pleitos diversos, algunos de los cuales fueron motivo de muerte para sus protagonistas.

Lo deseable siempre hubiera sido que quienes concluyen sus estudios, en vez de prenderles fuego a sus textos de enseñanza, los hubieran donado a su institución para enriquecer su biblioteca, en lugar de convertirlos en cenizas.

Hace muchos años cuando ingresaban al Colegio del Estado, antecedente inmediato de la UAG, los jóvenes eran rapados enseguida echados con sus ropas a las albercas de Villa del Carmen, para finalmente hacerlos desfilar por las calles todos pintarrajeados.

Estos actos que agreden la dignidad de quienes los sufrieron, quedaron cancelados desde hace años. Es de esperarse que la ‘quema’ de libros pase al baúl de los recuerdos, por ser una práctica negativa, que como lo hemos dicho, podrían enriquecer las bibliotecas de las unidades universitarias.

Nota.- Por vacaciones del autor esta columna dejará de publicarse en el curso de las próximas semanas.

 

Normalidad lluviosa

 

Hasta ahora la temporada de lluvias, que para los hombres del campo se iniciaron el 15 del pasado mes de mayo, las que concluirán en el de octubre, se han desarrollado con normalidad, por lo cual se espera así continúe. Aun cuando la entidad no es alta producción en granos, sobre todo maíz y frijol, de no haber contingencias meteorológicas la gente no pasaría hambre, como ocurrió hace un par de años cuando primero la tormenta “Manuel”, y enseguida el huracán “Ingrid”, causaron gravísimos daños en la agricultura y la ganadería, provocándolos también en diversos pueblos, cuyos moradores vieron perder sus patrimonios, que las embravecidas aguas acabaron con ellos.

Para que no vuelvan a repetirse sucesos tan dolorosos como aquellos, las autoridades de Protección Civil han puesto en marcha tareas que podrán evitar tragedias como las ocurridas. Entre los llamados que se han hecho a la población están no establecerse en terrenos eriazos, así como junto a ríos y barrancas, evitando de tal manera una posible desgracia.

Dentro de la ciudad las diversas barrancas, así como el rio Huacapa, periódicamente se salen de sus cauces ocasionando daños diversos, en caseríos ubicados a sus márgenes.

Es deseable que lo ocurrido antes no se vuelva a repetir, esperándose que las lluvias sean benignas, no destructoras como se miró en años pasado lo fueron.