* Recuperar el Tianguis, la meta

* Astudillo y la estrategia turística

* Insiste que “hay voces” negativas

 

JORGE VALDEZ REYCEN

 

Héctor Astudillo Flores buscará convencer al presidente Enrique Peña Nieto para que sea devuelto el Tianguis Turístico a Acapulco y el próximo año se realice en el puerto guerrerense.

La labor de convencimiento lleva una estrategia consistente, para revertir el despojo que se cometió contra Acapulco durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, quien disfrazó ese descomunal atropello con una propuesta de tianguis “itinerante”, que ha sido poco efectiva.

Astudillo viajó este domingo a Guadalajara, Jalisco, con esa idea y con la esperanza de recuperar el Tianguis para 2017. Voy a exponer ideas renovadas de que Acapulco, Ixtapa Zihuatanejo y Taxco “son mercados consolidados del turismo y sus ocupaciones (hoteleras) son un éxito”, resaltó en conferencia de prensa en Acapulco.

Dijo que estará en Guadalajara los tres días, pero “estaré yendo y viniendo”, o sea estará en eventos clave, como son inauguración, cena de bienvenida, cuando asista el presidente de la República y a la clausura. “No necesariamente estaré los tres día que dura el Tianguis, porque irá una comitiva a presentar nuestra nueva imagen, estratégica y el mejor pabellón que se ha montado en toda la historia” de los tianguis turísticos, dijo el mandatario guerrerense.

Desde que Felipe Calderón instruyó a su secretaria de Turismo, Gloria Guevara Manzo, de asestar el cambio de sede del Tianguis, Acapulco experimentó una crisis aguda, sensible, en materia turística. Han sido años duros, difíciles. Fue el peor escenario, si se toma en cuenta que Acapulco depende exclusivamente del turismo, de nada más.

Astudillo tuvo una aliada de lujo en Claudia Ruiz Massieu, en la SECTUR, para iniciar la proeza: rescatar para Acapulco el Tianguis Turístico. Y se dieron movimientos lentos, pero seguros en ese sentido. Ahora, cuando ha pasado un tiempo prudente, donde el Tianguis no ha tenido la plataforma que Acapulco supo darle durante más de cuatro décadas, es tiempo de que el Gobierno de la República cumpla con el compromiso de repuntar a Acapulco y rescatarlo de la espiral de violencia y la mala imagen que ese problema ha provocado.

La esperanza renace, como el anuncio de que el Centro Internacional Acapulco (CIA) será otra vez rescatado por el Fondo Nacional de Turismo (FONATUR) y en breve será remodelado.

En la conferencia de prensa, Astudillo señaló que “hay voces negativas”, que recurrentemente sacan de contexto declaraciones suyas para generar confusión. “Soy el primero que jamás hablará mal de su estado, ni de ningún municipio. ¡Al contrario! Seré impulsor permanente de proyectos de inversión y que detonen más empleo, que haya productividad turística y Guerrero logre su prosperidad”.

Vehemente, Astudillo no se dijo derrotado por el pesimismo, como quisieran “esas voces”. Y es que no son tiempos de detenerse a explicar al vocerío descalificador, burlón, retrógrada. Es desperdicio de tiempo.

La audacia ahora es ir a Guadalajara y mostrar que Acapulco está de regreso a la competencia por su Tianguis. Que si fue despojado, ahora es tiempo de rescatarlo. Que las voces eternas de la discordia e inconformidad, se apagarán cuando los resultados sean inocultables y elocuentes. Sólo entonces se darán cuenta de la grandeza de Acapulco. Aunque ya lo saben pero se hacen ton..dejos.

Nos leemos mañana… SIN MEDIAS TINTAS.