* Los especialistas concluyeron en su investigación que no hay evidencias de que en ese lugar hayan sido incinerados los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, como se indica en la versión oficial sobre los hechos

 

ALONDRA GARCÍA

 

CIUDAD DE MÉXICO.— El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) aseguró ayer que los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos no fueron asesinados e incinerados en el basurero de Cocula, e incluso advirtió sobre la posibilidad de que la Procuraduría General de la República (PGR) haya sembrado evidencia para sostener la “verdad histórica” sobre este caso.

Desde el 4 de octubre de 2014, los forenses argentinos comenzaron una investigación del caso Ayotzinapa independiente a la realizada por la PGR.

Ayer ofrecieron una conferencia de prensa en la que presentaron los resultados de dicha investigación.

La antropóloga forense Mercedes Doretti la resumió en tres conclusiones finales:

  1. La madrugada del 27 de septiembre de 2014 no hubo en el basurero de Cocula un fuego de la magnitud y duración necesaria para la incineración en masa de 43 cuerpos humanos.
  2. No existe evidencia científica de que los restos óseos hallados en el basurero correspondan a los normalistas desaparecidos.
  3. No existen elementos científicos para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con los que la PGR supuestamente recuperó en una bolsa en el río San Juan.

Informaron que en la investigación del EAAF colaboraron peritos de dinámica de fuego, antropología, arqueología, criminalística, balística, botánica, geología, odontología, anatomía, genética y analistas de imágenes satelitales y fotografía, procedentes de Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, Colombia y Uruguay.

Doretti destacó que este equipo multidisciplinario en ciencia forense basó todas sus conclusiones en evidencia física.

  

Probable que PGR sembrara evidencia

 

Ayotzinapa marcaría el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. El caso adquirió interés internacional. La prensa, organizaciones internacionales de derechos humanos, partidos políticos de oposición y hasta funcionarios extranjeros exigieron una investigación exhaustiva que llevara al esclarecimiento del caso.

Muy a pesar de esto, la Procuraduría General de la República no resguardó el basurero de Cocula.

El EAAF reveló que el 15 de noviembre de 2015, la PGR encontró 42 nuevos casquillos de arma de fuego en el basurero.

“La PGR fue (al basurero) sin avisarnos. Nosotros dudamos realmente de donde provienen estos 42 casquillos”, advirtió el antropólogo Miguel Nievas.

La sospecha es simple: Los forenses argentinos ya habían inspeccionado esa piedra y no había nada.

Después, cuando no había nadie vigilando el basurero, la PGR llegó y sin ningún testigo, como por arte de magia, encontró 42 casquillos.

Posteriormente la PGR entregó estos casquillos como evidencia al equipo de forenses argentinos, sin una cadena de custodia.

Pero los casquillos no son la única —ni la más grave— irregularidad. De los 43 estudiantes desaparecidos, solamente se encontraron los restos de uno: Alexander Mora Venancio, un adolescente procedente de Tecoanapa.

El único resto que se encontró de él fue un hueso de 4.5 por 5.5 centímetros, que supuestamente fue hallado por un buzo de la Marina Armada, en una bolsa sumergida en el río San Juan.

Ese hallazgo reforzaba la versión de la PGR, respecto a que los normalistas fueron incinerados en el basurero de Cocula y posteriormente sus huesos carbonizados fueron depositados en bolsas y arrojados al río San Juan.

Sin embargo, el EAAF no estuvo presente cuando hallaron la bolsa con los huesos. De hecho, revelaron que ni siquiera se les informó de la participación de buzos de la Marina Armada en la búsqueda.

“Cuando llegamos al río San Juan, (los huesos) ya se encontraban expuestos en una tela en el piso”, contó Mercedes Doretti.

Recordó que uno de los restos óseos destacaba de los demás por dos características: no presentaba daño por ignición y era mucho más grande que los demás fragmentos.

Tras un análisis de ADN realizado por la universidad de Innsbruck, se determinó que el hueso pertenecía al estudiante Alexander Mora Venancio.

Para Mercedes Doretti, este resto óseo no encaja en la versión de la PGR. Los normalistas supuestamente fueron incinerados en el basurero hasta carbonizarlos, pero el hueso de Alexander no estaba quemado.

“El equipo no estuvo presente cuando se encontró esa bolsa, nunca pudimos hablar con la gente de la Marina y tampoco hay una cadena de custodia de la evidencia (…). La muestra de Alexander Mora Venancio (…) es inusual en su tamaño, es más grande y también es inusual en relación a los otros fragmentos que se encuentran en esta misma bolsa. No presenta alteración térmica”, describió la antropóloga.

Por ello, insistió en que no existe evidencia científica que permita relacionar los restos hallados en el río San Juan con el basurero de Cocula.

Dos investigaciones descartan la versión de la incineración de 43 estudiantes en el basurero de Cocula, la realizada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y la del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses. Sin embargo, la PGR insiste en mantener esta “verdad histórica” y propuso la realización de un tercer peritaje en la zona.

Para la antropóloga Mercedes Doretti, no hace falta un tercer peritaje al basurero, sino una junta de los peritos que ya intervinieron en el caso (GIEI, EAAF y PGR), para discutir los resultados y llegar a una conclusión conjunta.

Esta propuesta se la hicieron desde febrero de 2015 al entonces procurador Murillo Karam, quien nunca respondió al llamado. La ahora procuradora, Arely Gómez, tampoco lo ha hecho.

Por el momento, el EAAF ya remitió los resultados de su investigación al Ministerio Público Federal, para que forme parte de la averiguación previa del Caso Ayotzinapa. En la carpeta de investigación de este caso ya suman dos peritajes que derriban la “versión histórica” de la PGR.