Desde el trabajador con el más bajo rango salarial hasta la presidenta municipal de Chilpancingo rigen su comportamiento dentro de la función pública bajo los lineamientos establecidos en el Código de Ética que aprobó la actual administración, documento que sirve como “guía moral” para toda persona que labore dentro del ayuntamiento capitalino.

“El Código contiene todos los principios constitucionales que cualquier servidor debe acatar mientras ejerza su cargo, como dar un trato digno a la población que acude al ayuntamiento para realizar gestiones y trámites, y el uso transparente y honesto de los recursos públicos”, afirmó la presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez.

El titular de la Contraloría Interna del gobierno de Chilpancingo, Erick Javier García Ocampo, dijo que este documento cubre todo los flancos, pues además de considerar el combate integral a la corrupción, también atiende el problema de acoso y hostigamiento sexual.

“Todos los funcionarios públicos estamos obligados, desde la presidenta hasta las personas que a las 5 de la mañana están barriendo las calles de la ciudad, quienes tienen todo mi respeto y admiración, los trabajadores operativos y administrativos están sujetos al régimen ético de éste Código, todos, no hay excepciones”, afirmó.

El funcionario explicó que los servidores públicos que trasgredan los principios establecidos en el Código lealtad, imparcialidad, honradez y eficiencia, serán sujetos a faltas administrativa y sanciones que podrían ir desde una amonestación pública o privada hasta la destitución.

García Ocampo apuntó que el órgano responsable de vigilar que el Código de Ética sea acatado por todos los funcionarios es el Comité de Ética y Prevención de Conflicto de Intereses, que se instaló en diciembre de 2021 y es presidido por la alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez.

“Cuando desempeñas un cargo debes adaptarte a una moral pública. A todos los trabajadores se les hizo firmar una carta compromiso de que respetarían lo que establece este Código, y muchos (los sindicatos) lo vieron como una forma de acoso o presión laboral, pero cuando toman protesta a un cargo, sobre todo los funcionarios, se comprometen a cumplir la constitución y las leyes que de ella emanen”.

Para la elaboración del nuevo Código de Ética, el gobierno de Chilpancingo realizó un estudio y comparó los diferentes Códigos que ya han sido aprobados en otros estados del país, para tenerlos como referencia y perfeccionar el documento propio.

El combate a la corrupción no es la única razón de ser de este Código. La prevención y atención de casos de acoso sexual también es una prioridad, pues para este gobierno es un compromiso hacerle frente a la violencia que padecen las mujeres.