José Caro quintero, jefe de esa organización criminal, logró que la comunitaria de la UPOEG sea su brazo operador para controlar la ruta del trasiego de cargamentos de cocaína

Los intereses del Cártel de Sinaloa por la costa de Guerrero no cesaron luego de romper su alianza con los máximos jefes de esa plaza: el clan de los Beltrán Leyva; y en los últimos años volvieron a la disputa territorial con ‘Los Rusos’, célula que genera la violencia en Acapulco.

Diversas fuentes consultadas por Infobae México confirmaron que ‘Los Rusos’ formaron una alianza con José Gil Caro Quintero, Don José, Jogil, o El Pelo Chino. Ese nexo fue identificado al menos desde finales de 2015 .Para esa fecha seguía en libertad el líder fundador de la facción delictiva, Juan Carlos Rodríguez, ‘El Ruso’. Aunque el vínculo se concretó cuando el Jogil cumplió su condena de 10 años y cinco meses, tras su arresto en diciembre de 2004.

El lugarteniente del Cártel de Sinaloa salió de la cárcel y volvió al negocio entonces. Sin embargo, el reemprendimiento era mero trámite, porque autoridades federales determinaron que el Jogil seguía operando desde el interior de la cárcel para el trasiego de drogas provenientes de Sudamérica. Cuando fue detenido en Guadalajara, se le identificó como uno de los principales operadores de Ismael Zambada García, el Mayo. Pero sus antecedentes criminales fueron más relevantes porque es sobrino de Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos.

Al paso de los años y con los reacomodos en el Pacífico de Guerrero, el Cártel de Sinaloa ve una zona estratégica que no está dispuesta a ceder. Aunque los índices de violencia que aterrorizan a la población en los últimos meses identificaron otro vínculo entre Rusos y El Jogil a través de la policía comunitaria que se extiende en la Costa chica. Se trata de la alianza con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). Esa sociedad es acusada por las autoridades federales y locales de la ola reciente de asesinatos en zonas de Acapulco, puerto turístico donde también disputan la venta de drogas remanentes del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA).

Los ilícitos de Los Rusos abarcan las extorsiones, identificadas como cobro de cuotas a comerciantes o transportistas. Aquellos que resisten o se niegan a pagar impuestos ilegales son ejecutados. Sin embargo, no solo enfocan sus intereses en la extracción de rentas en el estado, porque el sobrino de Caro Quintero pretende el dominio para garantizar la ruta del trasiego de cargamentos de cocaína.

El aliado que encontró el Jogil cuando salió de prisión fue El Ruso, quien fungía como líder de sicarios y respondía al mando de Héctor Beltrán Leyva, el H, detenido en Guanajuato en 2014. Juan Carlos Rodríguez ascendió en la estructura criminal y tenía que hacerse de contactos poderosos. Pero la extinta Policía Federal dio con El Ruso en julio de 2016 y cuatro meses más tarde cayó su reemplazo Benito Escalante, el Benny. Tras los arrestos, las autoridades señalan que la célula siguió operando para mantener el pacto con el sobrino de Rafael Caro Quintero. Ahora el líder de Los Rusos es identificado como Orlando Rodríguez Soriano, supuesto jefe de plaza en el puerto de Acapulco, donde cayeron sus antecesores.

Según informes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Fiscalía de Guerrero, el operador de la UPOEG y ‘Los Rusos’ estaba bajo encargo de Jesús Calleja Clemente, Comandante Calleja y/o el Chucho, detenido a finales de junio pasado, tras un enfrentamiento de sus fuerzas contra el Ejército.

Infiltrar a la UPOEG es una táctica de relevancia, porque esta policía comunitaria tiene presencia en la Costa chica que abarca los municipios de San Marcos, Tecoanapa, Florencio Villarreal, Ayutla de los Libres, Cuautepec, Copala, San Luis Acatlán, Marquelia, Juchitán, Cuajinicuilapa, Azoyú, Ometepec, Igualapa, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca. De esa manera asegurarían la plaza al sobrino de Caro Quintero, quien tiene a su disposición lanchas rápidas, así como aeronaves para transportar cocaína proveniente de Sudamérica. Guerrero sería una extensión más de su influencia identificada en Oaxaca, como en Quintana Roo, Chiapas, Yucatán, Campeche y parte de Tabasco.

El CIDA es la facción rival que se opone, además de los operativos de la Fiscalía de Guerrero para desarticular el nexo entre UPOEG y los Rusos. Pues ellos causan el caos con bloqueos en autopistas federales, tan pronto advierten que van por sus líderes. Y en algunas ocasiones, como el 2 de agosto pasado, se enfrentan directamente a las fuerzas de seguridad pública. De acuerdo con los informes, el CIDA también permanece tras su fundación en 2012, cuando surgieron como célula de los Beltrán Leyva. Fueron una extensión del Cártel de los Negros y aun cuando sus fundadores y cabecillas han sido detenidos, siguen azotando en el puerto de Guerrero.

Además de Los Rusos enfrentan al Cártel Jalisco Nueva Generación, que les declaró la guerra en abril de 2019. Esa mezcla de alianzas, derivaciones e intereses por la disputa territorial mantienen al estado en vilo. Aún no se ha impuesto ninguno de esos bandos, pero se advierten recomposiciones, porque Don José, Jogil, o el Pelo Chino, es perfilado para asumir el Cártel de Caborca, luego de la detención de su tío, el Narco de narcos, el pasado 15 de julio. INFOBAE.