•  Abel Barrera, director de esa organización civil, criticó que antes era “el pago de la dote” entre familias, pero ahora “la venta de niñas” es una práctica que “se ha mercantilizado”

Jesús Saavedra

Los usos y costumbres en la Montaña, la región más pobre del estado, se han transformado “en abusos y costumbres contra las niñas y mujeres”, las cuales pueden ser vendidas desde 80 mil hasta los 150 mil pesos para asegurar un matrimonio arreglado, aseveró el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña ‘Tlachinollan’, Abel Barrera Hernández.

El director de este organismo civil dijo lo anterior en el contexto del caso de la detención de la niña indígena, Angélica, originaria de Dos Ríos, municipio de Cochoapa, y de varios de sus familiares, porque se negó a que su suegro la violara y fue detenida por la Policía Comunitaria de ese lugar.

Barrera Hernández aceptó que en la Montaña “la venta de niñas se sigue multiplicando, no se puede detener, se ha mercantilizado. Antes se le llamaba pomposamente el pago de la dote, en este marco de intercambio de bienes entre familias, eran rituales de estas alianzas matrimoniales, y hoy se ha perdido este tejido, tristemente ahora quedan a la deriva las niñas, con matrimonios tempranos en esas comunidades indígenas”.

Explicó que ese ritual indígena se ha acabado, “ahora pactan acuerdo económico para matrimonios arreglados”, y advirtió que “como los jóvenes están en Estados Unidos, se ha subido la tarifa. Estamos hablando de 80 mil, 100 mil, 120 mil, de 150 mil pesos” lo que se llega a pagar por una niña.

“Esto obviamente porque se quiera ver que es un pago simbólico, no, es un pago, y eso trae consecuencias en términos que el joven, la familia paterna dice ‘te compré’”, añadió.

Ejemplificó que ese es el caso de Angélica, “que tenía 11 años cuando el papá de Rafael (su esposo), Rutilio habló con Juan Manuel, el papá de Angélica, para decir que quería que se juntaran sus hijos en matrimonio. Once años de Angélica y 12 años Rafael, hubo una negociación y se acordó el precio de 120 mil pesos”.

Barrera Hernández señaló que “no acabamos de entender cómo le hace la gente” para conseguir 120 mil pesos en un municipio muy pobre como Cochoapa, y explicó que cuando eso ocurre, como en el caso de Angélica, “se van a vivir a la casa del joven, del niño, y la niña se va a esa casa a hacer los quehaceres que hace la suegra, entonces es una criada, es alguien que tiene que obedecer, es una moza, una mujer que está comprada, y eso sucedió hace 4 años”.

Explicó que Rafael se fue a Estados Unidos “para poder pagar la deuda que adquirió su familia, dejó sola a Angélica, los suegros la amedrentaban, la golpeaban y también la acosaban sexualmente. Tuvo el valor Angélica de huir y refugiarse con su abuela. El problema fue que la Policía Comunitaria, en lugar de proteger a la niña, le hicieron caso al suegro y encarcelaron a la niña 11 días, igualmente encarcelaron a la abuelita; también estuvieron detenidos 4 hermanitos de Angélica”, para que la familia de ella pagara “los 120 mil pesos por el pacto matrimonial entre los padres de esos dos menores”.

Abel Barrera reprochó que los “usos y costumbres” en pueblos indígenas “se han transformado en abusos y costumbres contra las mujeres, no es contra los hombres. Hablamos de un sistema patriarcal que no podemos deificar, ha hecho mucho daño, ha causado muchas muertes, hay feminicidios a la alza, hay sicarios enquistados en gobiernos municipales indígenas, hay un sistema de justicia donde vale el dinero, hay un rostro feminicida, son realidades tan crudas que a veces las palabras no alcanzan para describirlo”.

Ante la visita que realizará el presidente Andrés Manuel López Obrador en los próximos días a la Montaña, dijo que “pudiéramos sugerir que vea a Angélica, que sienta la mano protectora del poder presidencial, sabemos que tiene compromiso serio, pero las instituciones no tienen la estatura para enfrentar esos grandes desafíos”.

Dijo que la presencia del presidente en la Montaña puede dar “un mensaje de protección a las niñas, a las mujeres indígenas y nunca más una mujer vendida por 120 mil pesos, nunca más una mujer asesinada”.

Agregó que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda “dijo que no va a permitir eso y que de verdad en su mente estén las mujeres violentadas y asesinadas en Guerrero”.

Indicó que aunque “hay instituciones federales que protegen los derechos de las mujeres, es necesario que bajen a las regiones donde están los problemas graves de las mujeres, tienen cifras de feminicidios, de esta práctica deleznable de matrimonios forzados y organismos civiles hacemos la chamba de las instituciones públicas”.

Luego reprochó que los senadores y los diputados federal no hacen “nada por las niñas indígenas y nosotros nos preguntamos ¿cuándo lo van a hacer, hasta que sigan matando y esclavizando a más niñas? Se debe levantar la voz para que vean la situación dramática que vivimos en la Montaña, lamentablemente no hay aparato del estado que proteja a las niñas y mujeres indígenas de la Montaña”, reprochó.