• Iñaki Blanco dijo que en la nueva investigación que hace la FGR “la versión de los hechos, lo que tiene que ver con lo que realmente aconteció, no ha variado”

Alondra García

El exprocurador de Justicia del Estado (PGJE), Iñaki Blanco Cabrera, afirmó que la teoría del Caso Iguala no ha cambiado con las nuevas investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República (FGR), ya que se conserva prácticamente íntegra en un 80 por ciento.

En entrevista, explicó que “hay aspectos que están sumamente acreditados y que no van a cambiar” en lo que hoy se conoce como “verdad histórica”. 

Blanco Cabrera estuvo al frente de las primeras investigaciones tras los hechos de violencia que derivaron en la desaparición de 43 normalistas de Aytozinapa, antes de que fuera atraído por la otrora Procuraduría General de la República (PGR). 

Recordó que la PGJE a su cargo entregó un informe sobre los hechos ocurridos en el municipio de Iguala la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, que dejaron un saldo de seis personas muertas y 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. 

“Nosotros establecimos momento a momento, porque elaboramos un informe en el que dimos cuenta de nuestra actuación, que en principio quienes habían agredido a los muchachos era la policía municipal de Iguala, después detuvimos a integrantes de los Guerreros Unidos, quienes nos dijeron que estaban coludidos con distintas policías, en ese momento incluso salió el dato de Cocula y salió el dato de Huitzuco”, expuso.

Adicionalmente, indicó que la PGJE tenía “pruebas preexistentes” derivadas de una investigación que se realizaba en conjunto con la PGR, sobre el involucramiento del alcalde José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa con el grupo delictivo Guerreros Unidos. 

A seis años de los hechos y con una nueva investigación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el exprocurador consideró que “en lo esencial, las cosas no han cambiado”. 

Blanco Cabrera señaló que, además de la narrativa oficial iniciada por la PGJE y continuada por la PGR, existen otras versiones “no oficiales” que corren en paralelo y surgen de la investigación de distintos organismos, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la oficina del Alto Comisionado de la ONU y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). 

Destacó que hay un común denominador en todas esas investigaciones. 

“La versión de los hechos, lo que tiene que ver con lo que realmente aconteció, no ha variado; en un 80 por ciento coincide y eso no ha cambiado (con las nuevas investigaciones de la FGR)”, subrayó.

Por ello, consideró que las nuevas indagatorias ahora deben enfocarse en conocer cuál fue la ruta de desaparición y destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa. 

Aseveró que la “autoría material” está clara y recae en el grupo delictivo Guerreros Unidos, con el auxilio de distintos cuerpos policiacos. 

Incluso destacó que la Unidad Especial del Caso Ayotzinapa, que encabeza Omar Gómez Trejo, está enfocada en lograr la reaprehensión de los presuntos involucrados que fueron detenidos en su momento por la PGR y alcanzaron su libertad con reservas mediante sentencias de primera instancia.

En ese rubro, Blanco Cabrera destacó que todas las personas que fueron consignadas por la PGJE “continúan vinculados a proceso, ninguno ha alcanzado su libertad”.

“Yo aquí pregunto, de manera por demás respetuosa, si no tiene sustento esa parte de la investigación (realizada por la PGR), ¿por qué existe inconformidad por cuanto a que esas personas hayan alcanzado su liberación? ¿Por qué a la fecha se busca como volver a aprehenderlas y sujetarlas a proceso?”, cuestionó el exprocurador de Justicia. 

Después afirmó: “La verdad histórica no ha cambiado”.

En este punto, Blanco Cabrera se remitió a declaraciones realizadas por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas y por el fiscal especial Omar Gómez Trejo. 

Señaló que ambos funcionarios confirmaron en entrevistas con medios de comunicación, que retomaron buena parte de la investigación iniciada por la PGJE, ya que había algunas líneas que en su momento la PGR desestimó o no tomó en cuenta y que podrían estar relacionadas con la ruta de desaparición de los 43. 

“Lo fundamental de los hechos no cambia”, reiteró Banco Cabrera. 

– ¿Qué opinas cuando se dice que este gobierno ha cambiado de manera radical la investigación del caso Iguala?, se le preguntó.

-Yo creo que hay algunos logros o avances importantes, se encontró entre otras cosas un resto óseo que no sabemos a manera detallada, esto es, de manera pormenorizada y cronológica, cómo fue que dieron con el mismo, pero eso permitió identificar a un normalista más; se maneja que se ubicó a 600 u 800 metros (del Río San Juan), pero no deja de ser la zona de influencia de los Guerreros Unidos y creo que eso es importante, respondió Blanco Cabrera.

Asimismo, recordó que en su momento la PGJE obtuvo las declaraciones de integrantes de Guerreros Unidos, quienes informaron que en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014 “operaron por células”. 

“Esto permite establecer que ellos se dirigieron a distintos puntos, obviamente dentro de su zona de influencia, los lugares en los que ellos operaban”, anotó. 

También se refirió a las escuchas telefónicas dadas a conocer por el gobierno de Estados Unidos, las cuales fueron parte de una investigación de la DEA para identificar y desarticular a una célula del Cartel Guerreros Unidos que se metió a iniciar operaciones ilícitas en ese país. 

Blanco Cabrera afirmó que “ese dato de prueba es trascendental, porque en él se da cuenta de cuál fue el grado de participación de distintos integrantes, particularmente de los líderes o cabezas de los Guerreros Unidos, los hermanos Salgado Casarrubias”. 

Las escuchas se corresponden a la madrugada del 27 de septiembre de 2014 y de acuerdo con el ex procurador, en ellas se advierte una serie de instrucciones que ellos dan a sus colaboradores sobre lo que deben hacer con los estudiantes de Ayotzinapa. 

Destacó que “los hermanos Casarrubias, Zenén, Ángel y Sidronio intervienen de manera directa, uno de ellos se encuentra en Cuernavaca, otro se encuentra en Teloloapan y otro en el estado de México, en Toluca, este último Sidronio”.

Por ello, lamentó que este dato de prueba sea, en ocasiones, “soslayado, minimizado y a veces desconocido”, a pesar de que “viene a confirmar en buena medida que fueron los Guerreros Unidos los que privaron de la libertad a los muchachos y quienes los desaparecieron”. 

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Durante la entrevista, Blanco Cabrera fue cuestionado sobre la presunta participación del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa en el Caso Ayotzinapa. 

Indicó que “hoy todavía persiste la duda por cuanto a si fueron consignados o no a nivel federal” por su participación en la desaparición de los 43 normalistas. 

Sin embargo, precisó que la PGJE consignó a Abarca Velázquez “por el homicidio de distintas personas”, entre ellas el líder Arturo Hernández Cardona e integrantes de la organización Unidad Popular. 

La PGJE también consignó al edil perredista por lo ocurrido la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en Iguala. 

Para ello, “se hizo valer una figura que se denomina el garante, esto es, el no haber tomado los cuidados necesarios para garantizar la integridad física de la población en su conjunto y en lo específico de todas aquellas personas que perdieron la vida o resultaron afectadas en los hechos del 26 y 27 de septiembre”.