• * Unidad en la UAGro y justicia para Ayotzinapa, los sueños que dejó pendientes el luchador social que participó en el movimiento del 60
  • *Acudieron a su funeral sus nietos Pablo Amílcar e Irma Eréndira Sandoval, el gobernador Héctor Astudillo y el rector de la UAGro, Javier Saldaña, entre otras personalidades

Alondra García

El luchador social Pablo Sandoval Cruz falleció la madrugada de este martes a la edad de 101 años; políticos, funcionarios y activistas lamentaron su deceso y acompañaron su funeral.

Los primeros en confirmar la muerte fueron sus nietos, el delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros; la secretaria de la Función Pública del gobierno federal, Irma Eréndira Sandoval, y el diputado local Moisés Reyes Sandoval.

Su cuerpo fue velado en el que fuera su domicilio, en la calle que lleva su nombre, en la colonia PRD.

Entre los asistentes estuvieron el gobernador Héctor Astudillo Flores, el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán; el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), Ramón Navarrete Magdaleno; la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, y la exdirigente perredista Beatriz Mojica Morga.

También asistieron líderes sindicales y dirigentes de organizaciones sociales.

Pablo Sandoval Cruz nació en Acatempan, municipio de Teloloapan, en 1918.

Fue egresado de la segunda generación de la carrera de Médico Cirujano y Partero (1939-1944), de la entonces Escuela Superior de Medicina Rural del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Trabajó como perito médico en la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), al lado del primer ombudsperson del país, Juan Alarcón Hernández.  

Combinó sus actividades profesionales con la lucha social en favor de los pobres y los marginados.

Al triunfo de la Revolución Cubana, formó parte de las brigadas que llegaron a ese país como militante del Partido Comunista Mexicano.

Fue presidente de la sociedad de padres de familia que impulsó el movimiento social de 1960, mismo que culminó con una masacre en la alameda Granados Maldonado el 30 de diciembre de ese año.

Dicho movimiento derivó en la desaparición de los poderes locales, lo que implicó la caída del entonces gobernador Raúl Caballero Aburto.

También dio paso a la fundación de la Universidad Autónoma de Guerrero, que actualmente tiene planteles en las siete regiones del estado a nivel bachillerato, superior y postgrado, en modalidad presencial y virtual y atiende a más de 80 mil estudiantes.

En el movimiento social del 60, Sandoval Cruz compartió liderazgo con Jesús Araujo Hernández, entonces presidente de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG), quien fuera presidente del Tribunal Superior de Justicia durante el mandato de Rubén Figueroa Alcocer cuando se presentó la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas.

Otros liderazgos sociales con los que alternó el doctor Sandoval Cruz fueron Genaro Vázquez Rojas, fundador de la Asociación Nacional Cívica Revolucionaria (ACNR), y el profesor rural egresado de Ayotzinapa, Lucio Cabañas Barrientos. Ambos abrazaron una guerrilla contra el gobierno federal.

Pablo Sandoval Cruz fue sobreviviente de la Guerra Sucia de los años setentas, fundador del Partido Comunista Mexicano (PCM) y del Partido Socialista Unido de México (PSUM).

Impulsó, con el ingeniero Heberto Castillo Martínez, el Partido Socialista de México (PSM) y se volcó hacia el cardenismo cuando se integró al Frente Democrático Nacional (FDN), en 1988.  

Fue fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En octubre de 2002, en el marco de la conmemoración del 153 aniversario de la fundación del estado de Guerrero, el gobierno estatal le otorgó la presea Juan Álvarez por los servicios prestados en favor de Guerrero y sus habitantes.

En 2008 el Congreso de Guerrero le negó la presea Sentimientos de la Nación y eligió como merecedora a la escritora Elena Poniatowska, quien declinó recibirla.

Ese año, la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) creó la presea Sentimientos del Pueblo y la entregó a Sandoval Cruz.

El reconocimiento ha prevalecido durante más de una década y se ha entregado a personalidades como la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, el poeta Javier Sicilia, el obispo Raúl Vera, la escritora Elena Poniatowska, los padres de los 43 y la periodista Carmen Aristegui.

Unidad en la UAGro, su sueño pendiente

En 2018, el doctor Sandoval Cruz hizo un llamado a los universitarios a “permanecer unidos”.

Durante la conmemoración de los 58 años de la masacre de estudiantes en la Alameda, el luchador social reprochó la evidente división en la UAGro porque, por primera vez, se realizaron dos eventos paralelos.

“Muestren unidad real, recuerden a los compañeros que hoy están aquí y a los que no. Recuerden que solamente con la unidad la Universidad se va a fortalecer. Deben entender que solamente la unidad nos va a fortalecer, solamente el trabajo que podamos realizar en conjunto en estos tiempos de grandes crisis, todas estas fuerzas deben ser empleadas para que realmente progresen (…). Siempre estemos atentos para que esta universidad alcance su nivel, grande, esplendorosa, que nosotros esperamos de ella”, expresó ese día.

También ratificó su compromiso de participar en los actos conmemorativos de la resistencia estudiantil hasta su último día de vida. Y así lo hizo. 

“Hasta que pueda moverme estaré con ustedes (…). He de estar conmemorando año tras año esta vil acción de haber masacrado al pueblo”, prometió. 

Ayotzinapa, reclamo permanente de justicia

Don Pablo Sandoval también fue un férreo defensor de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y una de las voces más fuertes que exigieron justicia para los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

El 22 de septiembre de 2018, durante la entrega de la presea Sentimientos del Pueblo, exigió que el presidente Enrique Peña Nieto rindiera cuentas sobre el Caso Ayotzinapa antes de dejar el cargo.

Pronunció un discurso político en el que manifestó su dolor por los ataques armados contra los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, hechos que dejaron un saldo de seis muertos y 43 normalistas desaparecidos. 

Subrayó que tanto el Caso Ayotzinapa como la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, perpetrada el 2 de octubre de 1968, son “crímenes de Estado”. 

“A mí me duele en el corazón que esos hechos, esos acontecimientos se hayan realizado”, expresó.

Por ello insistió en que el presidente Peña Nieto “tiene que dar cuentas acerca de esos acontecimientos porque son heridas que no dejan de sangrar, son heridas que lesionan los derechos humanos y eso no se puede perdonar”. 

A través de los medios de comunicación, solicitó que, antes de dejar la Presidencia de la República, rindiera cuentas “para que se castigue a quien tenga que castigarse por esos delitos”.

En uno de sus últimos mensajes, el luchador social le pidió al actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “que no se olvide que prometió el ferrocarril de México a Acapulco y hacia las dos costas”.