* “Nuestros familiares no hacían nada malo, solo vinieron a Chilapa a vender los muebles” que fabricaron en Coxolitla, una comunidad indígena de la Sierra de Veracruz

Redacción

La necesidad llevó a los cinco artesanos de Coxolitla, comunidad de la Sierra de Veracruz, a ofrecer sus productos en Chilapa, donde terminaron desmembrados, víctimas de una guerra entre grupos delictivos que operan con total impunidad en municipios de la Montaña baja del estado.
La mañana de este viernes, familiares de las cinco víctimas llegaron a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, para identificar y reclamar los cuerpos. 
Ante la incertidumbre de saber que sus familiares habían desaparecido en Chilapa el 25 de enero, y que cinco días después habían aparecido 7 personas desmembradas, los indígenas de Coxolitla viajaron más de 12 horas hasta la capital de Guerrero. 
Identificaron a las víctimas como Gonzalo, de 18 años de edad y Daniel, de 34, quienes eran hermanos. Así como a Aurelio, de 37 años, Roberto, de 24, y Abel, de 35 años. Todos originarios del poblado de Coxolitla de Arriba, en el municipio de Acultzingo, Veracruz. 

El pueblo y la desaparición 

Coxolitla es un pueblo indígena con más de 400 habitantes. De acuerdo al último censo del INEGI, el 26.50 por ciento de su población es analfabeta y el 100 por ciento son indígenas.  
Es un pueblo enclavado en la Sierra veracruzana, olvidado por el gobierno de ese estado, donde a los doce años las personas inician su actividad laboral en el campo o la artesanía. La mayoría de las familias se dedican a la elaboración y venta de muebles de madera. 
Ahí no hay más oportunidades de empleo, cuenta uno de los familiares a este reportero en la sala de espera de la morgue. Por ello, casi todos son artesanos, igual que en la mayor parte de su región. 
Por eso es que los artesanos locales tienen que salir a otras regiones del estado o del país para poder vender su producto. 
Y fue precisamente esa necesidad la que hizo que los cinco artesanos indígenas veracruzanos llegaran a Guerrero, la semana pasada, buscando un nuevo mercado, relatan sus familiares. 
Recordaron que desde la semana pasada salieron a bordo de una camioneta cargada con muebles, y tres días después, al no saber nada de ellos porque ya ninguno contestaba las llamadas, comenzaron a buscarlos. 
Entonces empezaron a girar sus fotografías en redes sociales, sabiendo que el último lugar donde tuvieron contacto telefónico fue en Chilapa, Guerrero. 

El hallazgo y otra desaparición 

La mañana del miércoles pasado, los restos de siete personas desmembradas y decapitadas fueron hallados dentro de 14 bolsas negras de plástico, en la colonia Magisterial de Chilapa. 
Ahora se sabe que entre las víctimas están los cinco artesanos veracruzanos. 
Las otras dos víctimas son un hombre y una mujer identificada como Dolores “N”, de 51 años de edad, quienes eran pareja. Fueron privados de su libertad por personas armadas junto a su hija de 18 años, de la cual hasta el momento se desconoce su paradero. 
A través de redes sociales y diversos medios de comunicación de Veracruz, la mañana del jueves se difundió la noticia y fotografía de los cinco comerciantes desaparecidos. 
En Guerrero, empezaron a circular fotografías de las cabezas halladas un día antes en Chilapa, lo que fue suficiente para que los familiares de los artesanos los identificaran. 
Inmediatamente las familias pidieron ayuda a las autoridades de su municipio, en Veracruz, quienes les brindaron el apoyo para trasladarlos a Chilpancingo y así reclamar los cuerpos legalmente. 

“Sólo vinieron a vender muebles” 

Y mientras esperaban que les entregaran los restos de sus parientes, evidentemente decaídos y temerosos, uno de los familiares señaló que “nosotros somos gente pobre, indígenas, no tenemos problemas con nadie, a luchas hablamos español porque en nuestro pueblo hablamos otro dialecto. Nuestros familiares no hacían nada malo, solo vinieron a Chilapa a vender los muebles”. 
“Allá donde vivimos no nos compran los muebles porque la mayoría de la gente se dedica a eso, por eso tenemos que salir a otros estados a venderlos y así llevar para la comida a nuestras casas, si no, nos morimos de hambre porque el gobierno allá nos tiene e olvidados”, dijo el hermano de uno de los artesanos asesinados.
Visiblemente angustiado, dijo que una funeraria de Chilpancingo les cobraría 39 mil pesos para trasladar los cuerpos hasta su comunidad en Veracruz, pero que primero se reunirían con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Xavier Olea Peláez, “para ver de qué manera los apoyarían”. 
En la Fiscalía les informaron que no les podrían entregar los cuerpos debido a que fueron desmembrados y tenían que realizarles la prueba de genética, para confirmar que las partes coincidan en cada uno de los cuerpos.
Después, en conferencia de prensa, el fiscal Xavier Olea informó que brindarían el apoyo y facilidades para que los cuerpos de los 5 artesanos asesinados fueran trasladados a su lugar de origen por sus familiares. (Con información de API)