* El ingeniero Joel Rosas recordó que en la Brecha de Guerrero hay energía acumulada que podría liberarse en cualquier momento y hay muchas edificaciones que son vulnerables

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— A pesar de que expertos han pronosticado que podría registrarse un terremoto de 8.2 grados Richter, que causaría un efecto devastador en el estado de Guerrero, las autoridades no han tomado medidas para disminuir su impacto, consideró Joel Rosas Castillo, expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles del estado de Guerrero.

Luego de los sismos ocurridos recientemente en Italia, que han dejado un número importante de víctimas, el ingeniero recordó que en cualquier momento se podría presentar un evento de gran magnitud en Guerrero.

Alerto que desde hace años, científicos han pronosticado que eventualmente puede ocurrir un sismo de 8.2 grados en la llamada brecha de Guerrero, ante el cual se encuentran vulnerables hoteles, unidades habitacionales, escuelas y edificios públicos.

Rosas Castillo manifestó que estudios demuestran que en la Brecha Guerrero existe una acumulación de energía en las placas tectónicas que no ha sido liberada en los últimos 100 años.

Esta acumulación de energía podría liberarse y provocar un sismo en un solo evento, de 8.2 grados Richter, o bien, en tres movimientos de tierra, como ocurrió en Italia, de 2 a 6 grados en la escala de Richter.

“En algún momento Guerrero, y en particular Acapulco, podría tener una situación similar a lo ocurrido recientemente en Italia, con tres eventos sísmicos de mediana magnitud o uno solo de dimensión catastrófica”, advirtió.

El profesionista explicó que la Brecha Guerrero es una extensión de 200 kilómetros debajo de la tierra que se ubica frente a las costas del estado, entre Acapulco y Zihuatanejo, y es un lugar donde se genera movimiento de las placas tectónicas.

En ese espacio se unen las placas tectónicas de las brechas de Estados Unidos y México, las cuales se encuentran trabadas entre sí desde hace 100 años, por lo que el día que se registre un corrimiento de las mismas originarán un sismo de gran magnitud.

“Entonces de acuerdo con el pronóstico, Acapulco tendría graves consecuencias y también la Ciudad de México, que podría volver a tener un sismo como el de hoy 1985”, subrayó.

Rosas Castillo señaló que a pesar del riesgo que esto representa, los gobiernos estatal y municipal no han promovido un programa de reforzamiento estructural de inmuebles, como hoteles, escuelas y edificios habitacionales.

Dijo que muchas edificaciones, por ejemplo los hoteles tienen una antigüedad de 50 años o más y se construyeron con reglamentos anteriores a 1985, los cuales después del terremoto de la Ciudad de México se modificaron para hacer las estructuras más resistentes.

Ante el hecho de que Guerrero está en una zona sísmica, señaló que es necesario que los gobiernos y propietarios conjunten esfuerzos para hacer un trabajo de reforzamiento estructural que permita estar preparados ante ese sismo que se espera.