* El acalde de Chilpancingo reveló ayer que existe la posibilidad de rescindir el contrato que le fue otorgado a EYSA durante el gobierno de Mario Moreno, porque no aporta beneficios económicos para el municipio

 

* Sin embargo, dejó entrever que de hacerlo, la empresa podría demandar al Ayuntamiento y eso costaría muchos millones

 

Alondra García

 

El Cabildo de Chilpancingo inició el debate sobre la operación de los parquímetros en las principales calles de la ciudad, servicio que actualmente está concesionado a la empresa española EYSA.

En entrevista, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena detalló que el Cabildo analiza dos posibilidades: Modificar el contrato con EYSA para mejorar el servicio o, en su caso, rescindirle el contrato que le fue otorgado por el gobierno que encabezó Mario Moreno Arcos, sin que en ningún momento se divulgaran los términos del mismo ni los beneficios económicos que su operación representaría para la administración municipal.

Indicó que incluso hay la apertura de contratar a una empresa diferente, para que se encargue de ordenar el tránsito y darle mayor movilidad a la ciudad.

Explicó que EYSA “tiene muchos detalles negativos”, como el hecho de que su personal de parquímetros ahora se encarga de levantar infracciones, una acción que compete exclusivamente a Tránsito municipal.

Además, sólo hay 44 parquímetros en operación, de los 59 que proyectó la empresa española.

Otra situación que destacó, es que los recursos que genera la operación de los parquímetros no llegan, ni benefician al municipio.

“La que sí ha ganado es la empresa. De un análisis financiero que estamos haciendo, nos dimos cuenta que el Ayuntamiento no está ingresando recursos”, comentó durante la entrevista.

Dijo que el Cabildo analizará todas las posibilidades con toda responsabilidad, ya que el hecho de rescindir el contrato a la empresa generaría una demanda que le costaría millones de pesos al Ayuntamiento.

“En este momento podemos decir que rescindimos el contrato, pero sin duda alguna tendremos una demanda por parte de la empresa. Podríamos alargarla en tribunales estos tres años, pero en el quinto año el Ayuntamiento va a tener una demanda multimillonaria y por eso tenemos que actuar con mucha responsabilidad”, explicó.

Minutos después de esta entrevista, el cabildo sesionó a puerta cerrada. Dentro del orden del día se debatió el tema de los parquímetros.

La regidora de Servicios Públicos, Érika González Amado, leyó un posicionamiento personal en contra de la empresa española EYSA y de que continúe la operación de los parquímetros en la capital.

“Yo estoy en contra de privatizar las calles. Chilpancingo no está preparado para eso, por ello mi postura es en contra de los parquímetros”, sentenció la edil del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Por ello, se manifestó a favor de cancelar el contrato con la empresa extranjera y en contra de que se contrate con cualquier otra en su lugar.

“Resulta paradójico que lo que se genere al privatizar no llegue al erario municipal, para mejorar las calles, contratar seguridad en las calles donde habrá parquímetros, banquetas adecuadas, coladeras que sirvan, mejor alumbrado, calles de primer nivel”, expresó.

Insistió en que el gobierno municipal le está dando sus recursos a una empresa de la iniciativa privada que “gana más y no devuelve nada, ni contribuye al erario público”.

Otra consideración en el razonamiento de la regidora fue la falta de seguridad en las calles de Chilpancingo.

“Chilpancingo no está preparado para los parquímetros, afecta la convivencia en esta ciudad donde como autoridades no tenemos las posibilidades de garantizar la seguridad de quienes estacionan sus autos, de que nos roben una pieza o les den un cristalazo, o el robo de vehículo”, insistió.

Dijo que al pagar por estacionarse en las calles, las familias tendrán que “apretarse más el cinturón”, ya que apenas sufrieron el aumento al precio de la gasolina por parte del gobierno federal y el aumento a los cobros de agua y predial por parte del municipio.

La regidora pidió que el tema se resuelva en un cabildo abierto y que se realice también una consulta ciudadana.

De manera totalmente opuesta a la apertura que solicitó la regidora, su homólogo Omar García Obeso pidió que el debate se realizara “en lo oscurito”.

El regidor del PRD pidió que todos los presentes abandonaran la sesión para que él pudiera dar su punto de vista, sin que hubiera personas ajenas al Cabildo. A puerta cerrada, García Obeso fijó su postura.

Se espera que en la siguiente sesión los representantes de la empresa EYSA expongan ante el Cabildo las condiciones en las que están operando y respondan a los cuestionamientos por las múltiples quejas que hay en su contra.