* 18 meses de caos en transporte de Aca

* El bulevar “V. Guerrero”, tierra de nadie

* El principal acceso Cruces-Cima, despedazado

 

JORGE VALDEZ REYCEN

 

Nadie le entra. Todos escurren su responsabilidad.

El principal acceso por tierra a Acapulco se encuentra despedazado, oscuro, inseguro y el boulevard Vicente Guerrero es un gigantesco estacionamiento por el desmadre absoluto del transporte que usa el paso elevado como parada, en la entrada y salida.

No hay poder humano en la costosa comuna porteña que restaure el orden perdido hace más de 18 meses de tolerancia, que se convirtió en anarquía. El carril confinado al Aca-Bús está ya deteriorado y los topes han sido desprendidos en gran parte por camiones de la ruta Maxitunel y las camionetas de ruta, y los taxis, y los autobuses de pasajeros… y sígale.

Frente a la tienda “Aurrerá” es zona de alto riesgo. Nadie usa el paso peatonal, porque temen ser asaltados por pandilleros. Decenas de camiones permanecen en terminal en los dos carriles, sin la presencia de Policías Viales. Ya ni acuden, porque están amenazados.

Los chafiretes de las camionetas suben y bajan pasajeros donde les pega la gana. Nadie les pone reglas, ni aplica el reglamento. Junto al panteón de Las Cruces, en la curva fatídica, otra terminal de urbaneros donde los asaltos son comunes. Es la zona de mayor inseguridad en todo el puerto.

Es inverosímil que haya más de 8 mil policías federales, gendarmes, policías estatales, municipales y fuerzas armadas de Marina y Defensa Nacional “blindando” a Acapulco, pero en los hechos se siga permitiendo el caos vehicular por el transporte anacrónico, intocable y tolerado. No les importa.

El tramo Las Cruces-La Cima está deplorable, lleno de hoyos y registros destapados o sumidos. Se tiene un estimado que desde hace 15 años no se reencarpeta el asfalto ni de subida o bajada. Un verdadero desastre. Y si se toma en cuenta que diariamente se estima un aforo vehicular de 15 mil automotores circulando por esa vía, pues se demuestra el grado de desidia oficial del Ayuntamiento.

El primer obligado de asumir el principio de autoridad es el gobierno municipal y no lo hace. La Comisión Técnica de Transportes, instancia estatal en segunda instancia, tampoco. Tránsito estatal, tiene una patrulla a veces y sus cuatro o cinco agentes se miran unos a otros y ya ni soplan los silbatos: no hacen nada. ¿Pedirles a los de la Policía Federal? Van a decir: “¿y nosotros por qué?”.

Total, nadie tiene vela en el entierro del orden público. Está ausente el principio de autoridad.

Renacimiento, Zapata, Cruces, Vacacional, Central de Abastos es la zona más violenta de todo el país. De ese tamaño es la bronca. Y es donde transitan todos los involucrados en este mega problema. Nadie le entra… Nos leemos, SIN MEDIAS TINTAS.