Cuarta y última

SADYHEL ASTUDILLO

Con un cariñoso saludo a mi ahijado y sobrinito Tadeo, que está cumpliendo dos años. Muchas Felicidades.

Tanto Facebook como Twitter (especialmente este último) se caracterizan por hecho de que, al momento de que un usuario desea expresar su opinión o dar información sobre cierto tema, lo debe de hacer en pocas palabras o en una imagen con un texto mínimo. Lógicamente los textos resultantes carecen tanto de especificaciones como de detalles y parecen ser más una sinopsis mal redactada.
Esa “comodidad” de no tener que explayarse al emitir una opinión ha permitido que prácticamente cualquier persona emita su opinión o punto de vista sobre cualquier tema, sin importar que tenga o no el más mínimo conocimiento sobre el mismo.
Por ejemplo, supongamos que en Twitter personas se ponen a intercambiar opiniones acerca de la última película de cierto director famoso, lógicamente para poder emitir un comentario elocuente y que aporte algo a lo discusión se debe de tener conocimiento sobre ese cineasta o como mínimo haber visto la película ya mencionada. Sin embargo, existirán varias personas que darán su punto de vista sin tener conocimiento del director ni haber visto la película; es decir, en la ignorancia absoluta, quizá solamente se basen en el triler de la película y en comentarios de otras personas lo cual a final de cuentas resultará en lo mismo, una opinión que no será del todo suya ni bien fundamentada.
Como este ejemplo pueden surgir varios sobre distintos temas, libros, deportes, celebridades, descubrimientos, etc. Afortunadamente podemos decir que esos son temas relacionados con el entretenimiento la distracción y el ocio y que por lo tanto una opinión sin fundamentos no le hace daño a nadie, lo peor que podría pasar es que alguien le crea y vea la película con cierta predisposición. Totalmente cierto, lo malo de esta situación viene cuando los temas a discutir no son sobre algo que hacemos para perder el tiempo.
Cambiemos de ejemplo; algo que nunca debemos de hacer pero que se ha vuelto una práctica por demás común, es buscar en foros y paginas no avaladas información o ayuda sobre problemas de salud. Esto ocasiona que además de estar comprometiendo nuestra calidad de vida o la de alguien más, al confiar en quien no podemos ver su rostro, es casi un hecho que nos toparemos con comentarios de personas que no tienen la menor idea de lo que escriben y que solo comentan por hacerlo, así como con el ejemplo de las películas. Al creer ciegamente en alguno de ellos puede que su “recomendación” lejos de hacernos un bien, nos perjudique. Como este ejemplo también tenemos varios, al preguntar sobre reparación de autos, de computadoras, de celulares, etc., en estos casos como en la salud siempre será lo mejor acudir con un profesional del tema.
Quizá este texto se pueda interpretar como un ataque a la libertad de expresión pero no es así, cada quien es libre de comentar y decir lo que desee, pero antes de eso debemos tener cuidado que podemos quedar en mal nosotros o las personas sobre las que escribimos. Entonces esto es una invitación a pensar antes de hablar o escribir ¿Estoy seguro de lo que voy a decir/escribir? ¿Lo que voy a decir va a generar algo positivo? De ser ambas correctas podemos hablar o escribir con toda confianza, recordemos que, en boca cerrada no entran moscas.

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