* El perredista reiteró su compromiso con los ciudadanos de trabajar “con mano firme y fuerte” para resolver el problema de la inseguridad en Acapulco

ANA LILIA TORRES
 
ACAPULCO.— “Voy a ser un presidente de tres años, siete días a la semana y 30 días al mes, no andaré haciendo campaña los domingos ni pediré licencia para buscar otro cargo hasta que termine mi periodo”, ofreció David Jiménez Rumbo, precandidato del PRD a la alcaldía de Acapulco.
En entrevista, reiteró su compromiso con los ciudadanos de trabajar “con mano firme y fuerte” para resolver el problema de la inseguridad que les ha robado la paz y tranquilidad a las familias acapulqueñas.
 “Ese es mi compromiso de frente a los ciudadanos, porque los acapulqueños no han conocido a alcaldes de tres años, todos se van antes, y por eso la gente odia a sus autoridades, porque no le han respondido”, señaló.
David Jiménez reiteró que su propuesta de “Cero cuota, cero piso” es seria y la ofrece de manera responsable, porque sabe que el nuevo alcalde debe cumplir con su papel de prevenir el delito y hacerlo con mano fuerte, sin miedo.
Dijo que sólo con acciones contundentes se podrá reactivar la economía en el municipio y lograr que regrese el turismo.
“Reconozco que es arriesgado, pero la gente ya no quiere un presidente que tema, un presidente que no haga nada por ellos; por eso mi propuesta viene firme: con David Jiménez Rumbo, la gente va a tener tranquilidad en sus casas”, aseveró.
El precandidato perredista afirmó que en su gestión como alcalde, porque dijo estar seguro que ganará la candidatura y también la elección, tomará el control de la policía municipal para dignificarla, mejorar las condiciones laborales y salariales de los elementos.
También implementará un programa de estímulos que les recompense el desempeño en el cumplimiento de su deber y cuenten con un servicio de defensa en casos de problemas jurídicos.
De igual forma, se comprometió a trabajar con orden y transparencia, mejorando los servicios públicos que tanto demandan los acapulqueños.
“Acapulco ya no quiere un alcalde de relumbrón, lo quiere ver trabajando a ras de piso, como un coordinador de intendencia que verdaderamente los ayude”, puntualizó.
Afirmó que se encuentra tranquilo y confiado en los resultados de las encuestas porque es el único que ha ganado una elección en el municipio y porque conoce todo el respaldo y apoyo de su gente.