JUAN JOSÉ ROMERO / REDACCIÓN

 

El contexto de violencia en que se desenvuelven los niños hoy en día ha propiciado que algunas conductas indebidas se reproduzcan en los planteles escolares, generando casos de bullying o hasta cobro de piso en las escuelas públicas y privadas, sostuvo Saúl Castro Hernández, presidente de la Asociación de Padres de Familia en el estado.

Advirtió que “nuestros hijos si se están permeando constantemente de escenarios violentos, que les invitan a reproducir ese tipo de conductas”.

Esta situación, recalcó, obliga a los padres de familia a ser más responsables de lo que sucede con sus hijos, para evitar que se reproduzcan en las escuelas las conductas violentas que se dan en el entorno social.

Puso como ejemplo una fotografía publicada recientemente en un periódico de circulación nacional en la que se observa a un niño junto a su padre viendo el cadáver de un hombre asesinado en la vía pública.

Este tipo de situaciones, dijo, puede generar en un niño la idea de que es normal que maten a las personas en la calle, y cuestionó: ¿Qué esperamos cuando se miran este tipo de escenarios?.

Castro Hernández reprobó que un padre de familia permita que su hijo observe una escena de ese tipo, como si fuera un aparador de juguetes. “Eso no puede ser”, expresó, razón por la que invitó a los padres de familia a tener conciencia y no exponer a sus hijos a este tipo de situaciones.

“¿Se replican este tipo de conductas?, sí, ¿se trasladan a través de juegos y dinámicas que organizan los niños?, sí. Yo recuerdo que de niños jugábamos a los policías y ladrones, a los indios y los vaqueros, y cosas de esas. Hoy, desgraciadamente, los niños están jugando juegos de esta naturaleza: ‘yo soy el secuestrador y te secuestro’ o ‘yo te extorsiono’, y es practicar y amoldar una conducta hasta que se vuelve repetitiva”, explicó.

La propuesta es estar muy al pendiente de los hijos y trabajar en actividades que no sean nocivas, inculcando valores y principios que deben ser parte integral de su formación, expresó.

Reconoció que como padres de familia aún no se ha entendido la gravedad de lo que ocurre en nuestro entorno, con el clima de violencia e inseguridad que se vive, porque los padres aún están inmersos en una inercia “cuando nosotros no nos percatamos realmente lo que día a día (la realidad) nos está ofreciendo y está poniendo por delante a los ojos de nuestros hijos”.

Mencionó que factores como la tecnología han propiciado que los hijos hagan lo que creen que está bien ante la falta de supervisión de sus padres, que llegan al grado de “perderles la pista” a sus hijos “y no saber ni dónde y con quien andan”.

“Desde ahí estamos perdiendo, creo, una de las funciones básicas (como padres) pero además que podrían dar mayor eficacia en la prevención de muchas problemáticas”.

Lamentó que se haya llegado al grado de buscar “chivos expiatorios” en quienes descargar las culpas por las deficiencias en el cuidado de los hijos, como es el caso de los padres que justifican conductas inadecuadas de sus vástagos en las escuelas, culpando al maestro de ello.

Muchos padres actúan, cuando algo está saliendo mal en casa, con un “no me voy a pelear con mi mujer, y bueno mejor me peleo con el maestro… él tiene la culpa”, lo que habla de la falta de responsabilidad de los actores involucrados, en este caso los padres, concluyó. (Notymás).