* El mandatario estatal realizó una gira de trabajo por el municipio de Tixtla, el número 80 que visita desde que asumió la gubernatura hace casi un año; queda pendiente el último, que es Apango, a donde irá esta semana y prevé una solución al conflicto entre la alcaldesa y los regidores
Jesús Saavedra
TIXTLA.— El gobernador Héctor Astudillo Flores reiteró su solidaridad a los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en la ciudad de Iguala hace dos años y se comprometió a realizar todas las acciones a su alcance para que se “pueda encontrar pronto la verdad en este asunto tan grave”.
Astudillo realizó ayer una gira de trabajo por este municipio, el número 80 que visita desde que asumió la gubernatura del estado hace casi un año.
Queda pendiente por visitar el municipio de Mártir de Cuilapan (Apango) —donde por cierto desde hace cuatro meses está ‘tomado’ el palacio municipal por diferendos políticos entre la alcaldesa y los regidores—, pero anunció que esta misma semana irá a ese municipio, por lo que se prevé que haya una solución al conflicto político que prevalece.
En la Unidad Deportiva, donde se efectuó el acto principal, dijo que en estas giras “traemos desde medicamentos, sillas, lentes, tarjetas, útiles escolares, actas de nacimiento”.
Dijo que a esta ciudad le tiene especial aprecio porque aquí nació su padre —en el barrio de Santiago—, se dijo orgulloso de llevar “en mis venas sangre tixtleca, de Vicente Guerrero, de Ignacio Manuel Altamirano”.
Recalcó que sus orígenes están en Tixtla, que de niño se la pasaba en esta ciudad, “y cuando estoy de lujo mando a hacer fiambre”, un platillo típico de la región.
Señaló que en estas giras de trabajo “estamos juntos, sin diferencias partidistas (…) no tenemos distingos de colores o ideologías” y se jactó de ser el primer gobernador de Guerrero que recorre los 81 municipios en su primer año de gobierno.
Al reiterar su “especial afecto a este pueblo”, dijo estar “consciente de lo que ha sufrido, varios desaparecidos son de Tixtla, sabemos su historia, de Ayotzinapa, tengo claro el asunto y reitero mi solidaridad para los padres, estudiantes, haré todo a mi alcance para que se pueda encontrar pronto la verdad en este asunto tan grave”.
En el acto, Astudillo le cedió la palabra a la diputada coordinadora de la bancada del PRD en el Congreso del Estado, Erika Alcaraz Sosa —oriunda también de esta ciudad— y la legisladora expuso que “ha sido un placer acompañarlo” (durante la gira), le reconoció “el trabajo y la buena voluntad para este municipio”, calificó de “impresionantes” las necesidades que hay en Guerrero, y le agradeció “su visita y apoyos que ha traído”.
El mandatario estatal también le cedió el micrófono a la legisladora federal del PRI Beatriz Vélez, quien dijo públicamente que “Héctor Astudillo es un gobernador que trabaja de frente con la gente, que quiere ver a Guerrero diferente, (es) echado para adelante y que atiende a cada una de las expresiones del estado, pone su esfuerzo y empeño por Guerrero, los diputados trabajamos para traer mayores recursos a Guerrero”.
Alcalde hace “carta a los Reyes”
Durante el evento, el alcalde perredista de este municipio, Hossein Nabor Guillén, hizo una larga lista de peticiones “independientemente del partido y de la idiosincrasia, nos sentimos contentos que un tixtleco esté con nosotros; hay muchas necesidades y se van a cambiar cuando las políticas públicas federales ayuden a estados como el nuestro, que los diputados federales hagan esto, y contribuiremos en el fondo del problema y resarcir la pobreza”.
Recordó que este municipio tiene un adeudo histórico de 117 millones de pesos, “necesitamos agua, tenemos una presa de hace 40 años, está llena de lodo y sólo tiene capacidad para atender a 7 mil personas y somos 35 mil habitantes (…) necesitamos acabar el pozo profundo, necesitamos otro, equiparlo, necesitamos 80 litros por segundo, hoy tenemos 60, la solución del problema se resolvería con la construcción de una nueva presa que tendría un costo de 150 millones, recibimos 52 millones al año”.
Dijo que es hora para que en 2017 a Tixtla se le puedan etiquetar “esos 150 millones de pesos para resolver el problema, nos preocupa el tema, los demás serán paliativos, tenemos planta tratadora que no funciona desde hace 5 años porque es muy cara su operación y cuesta 150 mil pesos al mes”.
Señaló que paga el municipio deudas de otras administraciones por 350 mil pesos cada quincena y que de eso ya tenía conocimiento la Auditoría General del Estado, “esperamos que nos conteste y otro de los problemas que tenemos es que necesitamos arreglar las ollas de drenaje de la parte baja de la ciudad, porque en la inundación de hace tres años hubo 12 mil damnificados”.
Pidió además que se rehabilite la planta tratadora y su operación sea con energía solar, “para ello se requiere 20 millones de pesos, la laguna necesitamos construir dos cárcamos de bombeo, dos pozos de absorción y que se termine el mercado para lo que se requieren 70 millones de pesos”.
El alcalde dijo que el mayor logro en este municipio es la “gobernabilidad, la queremos cuidar mucho, por eso tratamos de incluir a todos, tenemos que reencontrarnos con el pueblo, debemos desterrar la inseguridad, que es un cáncer, y nos corresponde a todos”, finalizó.