* El mandatario estatal señaló que por eso sus acciones y mensajes son muy duros, sobre todo en Tierra Caliente

 

* Aseguró que más allá de si hubo pago o no de rescate por 5 maestros secuestrados en Ajuchitlán, lo importante es que se consiguió su liberación

 

Fernando Hernández

 

Después de señalar que las protestas sociales han disminuido y que el problema principal de Guerrero es la violencia, el gobernador Héctor Astudillo Flores informó que solicitó al general Alejandro Saavedra, comandante de la Novena Región Militar, que se mantengan las operaciones del Ejército en el municipio de Arcelia.

En conferencia de prensa que ofreció al concluir el foro de consulta en materia de Seguridad Pública, Protección Civil, Derechos Humanos e Impartición de Justicia, que organizó su gobierno, el mandatario estatal precisó que la solicitud que le hizo al mando militar fue para que mantengan su presencia no solamente en el municipio de Arcelia, si no en comunidades de los municipios de Ajuchitlán y San Miguel Totolapan, “que es una zona” en la que se ha detectado la presencia de grupos delictivos.

Astudillo Flores dijo que también solicitó al comisionado nacional de Seguridad Pública, Renato Sales Heredia, volver a tener una reunión en el municipio de Ciudad Altamirano, como en la que se hizo a finales del año pasado, en la que se tuvo en la participación de mandos de la Policía Federal y de la propia CNSP.

El gobernador explicó que esta reunión será con la finalidad de incrementar el número de agentes federales que mantienen operaciones en la región de la Tierra Caliente, además de otorgar un respaldo a la ciudadanía ante los hechos de violencia que se registraron en el municipio de Arcelia.

Puntualizó que la Secretaría de la Defensa Nacional acordó una serie de cambios en los mandos de los batallones que mantienen operaciones en el estado de Guerrero, entre ellos los que están ubicados en Chilpancingo, Ciudad Altamirano, en Iguala, así como un batallón más ubicado cerca del puerto de Lázaro Cárdenas que pertenece al estado de Michoacán.

Astudillo Flores enfatizó que los cambios que se van a registrar en los batallones ubicados en el estado de Guerrero son decisiones que fueron tomadas al seno de la propia Sedena y que el gobierno del estado respalda los mismos.

El mandatario recordó que en los últimos días la pugna entre los cárteles de la droga se ha endurecido, y que los mensajes de este pleito son la búsqueda por el control de la región, el cuidado en el control por los cultivos de la marihuana y la amapola, dejando con sus acciones y mensajes muy duros y muy claros, como lo fue el llevarse a más de 20 personas en el municipio de Arcelia, ubicado al sur de la región de la Tierra Caliente.

Por otra parte, el gobernador manifestó que independientemente del debate que se ha registrado en torno a si hubo o no hubo pago del rescate para la liberación de los profesores secuestrados en Ajuchitlán del Progreso, lo más importante es que se consiguió la liberación de la mayoría de quienes fueron capturados por un grupo que opera en los en esos municipios de Tierra Caliente.

Al gobernador se le recordó que en fechas recientes la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) liberó el ayuntamiento de Ayutla, que mantuvo tomado desde que se registró la desaparición de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre del 2014.

En ese sentido, Astudillo Flores dejó ver que actualmente en Guerrero los problemas fundamentales son los que tienen que ver con la delincuencia y que el clima de inestabilidad política se ha venido dejando atrás, prueba de ello es que por ejemplo el Poder Legislativo puede ahora mantener su trabajo, porque han disminuido las protestas sociales.

“No hay un Poder Judicial que esté limitado en sus funciones por completo, ni ningún ayuntamiento tomado. Entonces el problema radicado en Guerrero está en el tema de la violencia”, aceptó.