WASHINGTON, D.C. —El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, anunció un avance significativo para la comunidad migrante al lograr que el impuesto propuesto a las remesas fuera reducido de 5% a 3.5% durante las negociaciones del paquete de reconciliación fiscal ante el Comité de Reglas de la Cámara de Representantes estadounidense.
Esta medida, parte del “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” impulsado por el gobierno de Donald Trump, generó polémica por su posible afectación directa a millones de mexicanos que envían dinero desde Estados Unidos. Tan solo en 2024, las remesas alcanzaron un récord de 64 mil 745 millones de dólares, equivalente al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Aunque la modificación representa un alivio parcial, México había solicitado eliminar completamente el gravamen, argumentando que contraviene el tratado bilateral de 1994 para evitar la doble tributación. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el impuesto como “injusto y discriminatorio”, advirtiendo que afectaría tanto a México como a sectores sociales en EE.UU.
A pesar del ajuste en el impuesto, el paquete fiscal incluye polémicos recortes a programas como Medicaid y a incentivos para energías limpias, provocando tensiones entre conservadores y moderados dentro del Partido Republicano.
La medida también ha sido cuestionada por organizaciones migrantes y el Caucus Hispano del Congreso, que advierten que este tipo de impuestos podrían empujar a los migrantes a usar canales informales y de alto riesgo para enviar dinero. Según BBVA, enviar 300 dólares con el impuesto original habría costado 23.50 dólares, en comparación con los 6 dólares actuales.
Como parte de la defensa de los intereses migrantes, el Senado mexicano envió una comisión pluripartidista a Washington, mientras que la presidenta Sheinbaum instó a los connacionales a alzar la voz y enviar cartas a legisladores estadounidenses para frenar esta medida que compromete el bienestar de millones de familias.