Nuevo abogado del obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, Luis Alberto Gasca Cisneros, ha señalado que el religioso está siendo revictimizado por el Gobierno de Morelos y está incurriendo en daño moral.

Gasca Cisneros ha reprobado las declaraciones del comisionado estatal de Seguridad Pública, José Ortiz Guarneros, quien negó que el obispo haya sido secuestrado, como aseguró el fiscal general de ese estado, Uriel Carmona, y exhibió al religioso al difundir la versión de que supuestamente entró a pie a un motel con otro hombre.

Además, la Policía de Morelos, en confrontación permanente con el fiscal Carmona, filtró una ficha médica que reveló que el obispo fue hallado con Viagra y sedantes.

En declaraciones a reporteros tras la salida de Salvador Rangel del hospital de Morelos, donde fue trasladado en ambulancia a su domicilio, el abogado informó que el obispo sí tiene golpes en el cuerpo.

“No está (el obispo) en estado de gravedad, pero sí delicado por los golpes que recibió (…) Le observé golpes en el cuerpo, en las muñecas; y en las manos como si hubiera tenido forcejeos”, explicó.

En ese sentido, rechazó las declaraciones del comisionado de Seguridad, las cuales calificó de desatinadas, y atribuyó a un tema político por el proceso electoral para mandar un mensaje de que en Morelos no hay violencia.

Agregó que en una semana se reunirá nuevamente con Salvador Rangel para decidir las acciones a tomar.

El sábado 27 de abril se reportó la desaparición del obispo emérito y fue localizado dos días después en un hospital de Morelos.