• Monseñor Leopoldo González consideró que la ley debe proteger tanto los derechos de la madre, como la vida del ser humano que se gesta en su vientre por igual

Ana Lilia Torres

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, lamentó la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de despenalizar el aborto, y consideró que la ley debe proteger tanto los derechos de la madre, como la vida del ser humano que se gesta en su vientre por igual.

Al respecto, señaló que el pasado 8 de septiembre, los obispos de México emitieron un comunicado en el que se pronuncian a favor de “garantizar la protección de las mujeres en toda circunstancia, gestando o no, al tiempo que se respete el derecho humano a la vida, tanto de la madre como del concebido aún no nacido”.

Monseñor González González consideró que “ninguna mujer debe verse orillada a tomar la dramática decisión de recurrir a la práctica del aborto, situación que en un gran número de casos deja una profunda secuela de dolor. En este sentido, somos conscientes que la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta y mas bien puede ocasionar su revictimización”, explicó.

En su mensaje dominical, el clérigo pidió garantizar que “se respete el derecho humano a la vida tanto de la madre como del concebido aún no nacido, proteger su dignidad fundamental y asegurar que su derecho a la vida no se condicione, se discrimine o quede sujeto a la voluntad o decisión de un tercero”.

En ese sentido lamentó que frente a la aparente disyuntiva sobre no criminalizar a la mujer que aborta y preservar la vida del concebido no nacido, la Corte haya optado por descartar al segundo, sin buscar la salvaguarda de ambos.

Consideró que interrumpir el embarazo no es la solución a ningún problema y sí se comete una muy grave violación del derecho a vivir que tiene todo hombre y de toda mujer, desde el inicio de su vida, al ser concebidos hasta la muerte natural.

“El corazón de la madre, sufre profundamente cuando sus hijos son lastimados, vulnerados o cargan el peso de una situación dolorosa y difícil. Por su parte, la madre que presencia la muerte de un hijo, sobre todo cuando éste es pequeño y vulnerable, también atraviesa una pena indecible”, dijo.

Por ello, el arzobispo insistió en garantizar la protección de la mujer y que se respete el derecho a la vida tanto de la madre como de los recién concebidos y todavía no nacidos.

Por otro lado, el clérigo convocó a la población a recuperar la tranquilidad después del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter que sacudió a Guerrero el martes pasado y dejó graves daños

A las autoridades les pidió que ayuden a las familias damnificadas por el fenómeno natural y hagan llegar los apoyos necesarios para la reconstrucción de los edificios y viviendas afectados durante el sismo.