• * Gregorio Portillo, primer edil de ese lugar, reiteró que la violencia que generan grupos delictivos se ha recrudecido en los últimos meses, lo que ha provocado el desplazamiento de unas mil personas

Alondra García

El alcalde de Zirándaro, Gregorio Portillo Mendoza, confirmó que aseguró que este miércoles llegó un despliegue importante de elementos de seguridad a ese municipio, pero reprochó que el gobierno del estado no quiere que se conozca la realidad de la violencia que se vive en ese municipio de Tierra Caliente.

El presidente municipal morenista concedió una entrevista en el programa de radio de Carmen Aristegui, a quien le dijo que los elementos de seguridad tienen la consigna de negar los enfrentamientos armados entre grupos delictivos, el desplazamiento forzado de personas, las muertes y la situación generalizada de violencia que enfrenta Zirándaro.

Minutos después de esa declaración, el vocero de la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz, Roberto Álvarez Heredia, ofreció una entrevista en radio en la que negó los enfrentamientos, desplazamiento y muertes en ese municipio.

Por ello, el alcalde morenista convocó a la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) para que documente los casos de cerca de mil personas que se refugian en la localidad de Guayameo, víctimas de desplazamiento forzado.

El alcalde Portillo Mendoza detalló que, desde hace 15 años, el municipio de Zirándaro es “azotado por la violencia”, pero en las últimas semanas se ha recrudecido.

Explicó que “la geografía ha favorecido mucho el alojamiento de diversos grupos de la delincuencia” y que la disputa por el control del territorio entre cárteles rivales, “se ha complicado mucho” en los últimos meses.

Indicó que la zona más afectada por la violencia es la sierra que colinda con el municipio de Coyuca de Catalán.

De acuerdo con Portillo Mendoza, desde hace un mes comenzaron a llegar a Zirándaro “caravanas de desplazados provenientes de Coyuca de Catalán”.

“Las últimas tres semanas se recrudeció la violencia en el municipio y generó una crisis sumamente grave, hay más de 20 comunidades sin clases, familias que abandonaron sus hogares, la mayoría partió a Estados Unidos o a otros estados; no hay acceso desde hace más de una semana a la carretera que comunica con Coyuca de Catalán y Ciudad Altamirano, las camionetas pasajeras suspendieron el servicio por amenazas, también la línea de autobuses que va a la Ciudad de México se suspendió y no permiten el cruce de ciudadanos por esta carretera”, expuso.

Comentó que en medio de la disputa entre grupos delictivos antagónicos, los criminales llegan a las comunidades y exigen comida y transporte a los pobladores.

“Les quitan hasta sus vehículos, los ciudadanos entran en pánico y terror. Nuestro municipio no ha sido de violencia, es de gente pacífica, por eso las familias se alarman y se salen de sus comunidades”, explicó el alcalde morenista.

Por ello, dijo que acudió a la Ciudad de México, donde lo recibió el subsecretario de Seguridad Pública del gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja.

“La situación se turnó a la mesa de Coordinación Territorial de Chilpancingo; por lo que tengo entendido, no se le dio trámite porque cometí el error de no acudir primero ante el gobernador, lo cual reconozco, no acudí, me fui directo a la Federación y al parecer por esa razón no se atendió (la crisis de violencia en Zirándaro)”, apuntó el alcalde.

Indicó que apenas este miércoles llegó “una caravana de corporaciones, entre ellos la Policía Ministerial, que al parecer trae la encomienda de desmentir que existen desplazados”.

Por ello, el alcalde de Zirándaro convocó a cerca de mil víctimas de desplazamiento forzado que se refugian actualmente en Guayameo, para que el viernes la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG) documente y acredite su situación.