Se le atribuye al ideólogo veracruzano Jesús Reyes Heroles, uno de los priístas de más lustre intelectual, la frase de que “en política la forma es fondo”.

Eso significa, según la opinión de Fernando Rangel, que los modos, gestos, actitudes, comportamientos y las palabras, pueden influir en decisiones trascendentales en la carrera de un político o funcionario público.

Más allá de que es una obligación y un deber de los legisladores y los servidores públicos informar de lo que hacen en el ejercicio de sus funciones, es también oportunidad para el lucimiento político y personal.

Lo hacen todos.

De todos los partidos políticos.

Aquí y en China.

El pasado domingo 6, en Acapulco, el senador de la República Manuel Añorve Baños, del Partido Revolucionario Institucional, presentó su primer informe de labores legislativas en Acapulco en un evento que, según la apreciación de los analistas políticos y lo que ahora llaman la comentocracia, fue cuidadosamente organizado.

Se invitó a los que se tenía que invitar. Ni mucha ni poca gente. La necesaria para luciera el acto.

Pero, sobre todo, llegaron los invitados con el suficiente peso político para que aquello se convirtiera en un impactante acto público.

El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, el famoso Alito, lo dijo: Manuel Añorve tiene presente, pero mejor futuro político.

Cada apreciable lector de esta columna puede sacar sus propias conclusiones de ese evento priísta.

Cada uno de los asistentes salió con la idea de lo que sucedió fue más que un informe de actividades legislativas.

Usted, fino y culto lector, ¿qué opina?