* El prelado oficio una misa en Huitzuco ante unas 200 personas que a partir de hoy buscarán a personas no localizadas en ese lugar, Cocula, Iguala, Taxco y Chilpancingo

JESÚS SAAVEDRA

HUITZUCO.— Luego de pedir a la sociedad que deje de ser insensible y sea solidaria con las familias de miles de desaparecidos en Guerrero, en los últimos doce años, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, demandó a las autoridades que cumplan con su deber de investigar su paradero y castigar a los responsables de esos actos criminales.
El prelado ofició una misa en la iglesia de Santiago Apóstol en esta ciudad de la zona Norte para dar la bienvenida e iniciar los trabajos de la Cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Guerrero que estará durante más de una semana en Huitzuco, Cocula, Iguala, Taxco y Chilpancingo.
Rangel Mendoza dio la bienvenida a representantes de las Diócesis Chilpancingo-Chilapa, de Ciudad Altamirano, Tlapa y Acapulco, e inclusive anunció que el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, los va a acompañar este lunes en el primer día de actividades de campo de más de 200 integrantes de esa Brigada.
En su homilía, el obispo dijo que el evangelio de Jesucristo “no debe pasar desapercibido por la iglesia, por los cristianos, los obispos y sacerdotes; si Jesús y María tuvieron sensibilidad ante la humanidad, esa misma sensibilidad la debemos tener con ustedes que han extraviado a un ser querido”.
Añadió que “ante esta Cuarta Brigada, esta búsqueda de desaparecidos, para mí es un deber y un honor que la iglesia se ponga a su servicio y que pongamos nuestro granito de arena para estar con ustedes, con los familiares de los desaparecidos”.
El prelado dijo que entendía que “perder un ser querido o extraviar un ser querido, es un dolor que se guarda en el alma, se guarda en el corazón, se guarda en la mente; somos conscientes de su tristeza, de sus lágrimas, de su desesperación y de su impotencia ante la poca actividad que tienen las instituciones gubernamentales”.
Rangel Mendoza subrayó que lo que más le da tristeza “es que la sociedad nos hemos hecho insensibles ante las desapariciones” de personas, por lo que reiteró a quienes buscan a sus familiares que “con todo cariño se los digo, estamos con ustedes y en la medida de nuestras posibilidades vamos a tratar de ayudarlos”.
Agradeció que hayan tocado las puertas de la Iglesia católica, “han tocado las puertas de nuestras diócesis y las tenemos que abrir, debemos ser sensibles ante las necesidades humanas, debemos ir a las periferias existencias del hombre y la mujer, debemos estar en estos momentos en estas circunstancias extremas donde el hombre llora, sufre, derrama sus lágrimas y derrama su dolor”.
Aseguró que “la fe es un gran don que Dios nos regala, es momento de fortalecer su fe, de fortalecer su esperanza; les podrán arrebatar muchas cosas, pero la fe no se la pueden quitar y por esto esta celebración eucarística, su dolor, su tristeza, su amargura, su desesperación se va a transformar en fe, le vamos a pedir a Dios que cambie para bien su tristeza en gozo y en alegría”.
Pidió a las familias que buscan a desaparecidos que colocaran las lonas impresas con las fotografías de los familiares que buscan frente al altar “donde celebramos la resurrección, la fe y la esperanza, queremos estar junto al sacrificio de Jesús y su dolor como el dolor de Jesús se transforme en vida, se transforme en resurrección”.
Rangel Mendoza le dijo que “quieran esta iglesia como su casa, vamos a marchar con ustedes y acompañarlos en estos momentos difíciles de dolor que están viviendo”.
El obispo expresó durante la misa que hay datos sobre el delito de desaparición forzada de personas “que aterra, y fíjense si no, de acuerdo a cifras que me acabo de enterar en nuestro país hay 34 mil 684 desaparecidos; otro dato que aterra que de cada dos desaparecidos uno es joven, es decir que tenemos en México alrededor de 16 mil 600 jóvenes desaparecidos”.
Y fue cuando se refirió al tema concreto de desaparecidos, dijo que “aquí en Guerrero en particular en estos doce años de desaparecidos tenemos alrededor de 21 mil 684 desaparecidos, estamos con ustedes en esta búsqueda de desaparecidos, tan solo en Iguala tenemos 500 desaparecidos, son cifras que aterran a cualquiera”.
Por ello manifestó que en la Iglesia católica “trataremos de ser conscientes para estar con ustedes en este propósito; nosotros pedimos que despierte la sociedad, que sea sensible ante este dolor y estas lágrimas. Me apena que las instituciones sean insensibles a ese dolor y esa búsqueda”.
Aunque destacó que ve “con gran entusiasmo que la parte civil haya tomado la iniciativa de búsqueda, queremos compartir su fe y dolor, pero también su esperanza para que un día encuentren a sus desaparecidos”.
Después de la misa dominical, las 200 personas que conforman esta Cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Guerrero realizaron una marcha por las principales calles de Huitzuco, en la que la mayoría iba vestida de blanco y con globos que soltaron al cielo. Anunciaron que este lunes desde temprana hora iniciarán la búsqueda de fosas clandestinas que ya tenían previamente ubicadas.