Disimulo ante chanderas magisteriales

 

Por Felipe Victoria Zepeda

 

Lo de veras grave y preocupante es que las autoridades municipales de las ciudades más importantes de Guerrero subestimen la inteligencia de los habitantes de Acapulco y Chilpancingo, que ya están hasta la coronilla de los desmanes de truhanes magisteriales en guerrilla urbana.

Los alcaldes obviamente se petrifican y esconden, no sea que los súbditos les exigieran que desbloqueen las avenidas tomadas mediante la fuerza pública; si muy apurados los topan los preguntones de la prensa, salen con sus excusas de pericos parlanchines evidiescos, alegando que la federación tiene que venir a poner orden y paz en Guerrero.

Temen los enrachados funcionarios efímeros contrapuntearse con el gobierno estatal y exigirle a José Luis González de la Vega Otero claridad en la maniobra perversa de fomentar paros, marchas y plantones para tener pretexto de entregar fuertes dádivas a líderes magisteriales y que dejen de estar “ayotzingando” en agravio a derechos de terceros ajenos a sus protestas laborales por la Reforma Educativa.

Secreto a voces que los beneficiarios de esas cantidades para “comprar” treguas de manifestantes, son sujetas a diezmos para los funcionarios que las entregan; por eso quizá no quieren hacer olas ni agitar las aguas turbias, pues se desencadenaría un efecto dominó donde muchos que han estado y están en la SEG, tienen mucha cola que pisarles y las manos sucias.

Sin ir muy lejos, en el trágico año del desgobierno del guerrillero académico interino Ortega Martínez, su cuate Salvador ‘El Pino’  Martínez Della Roca, se dio vuelo saqueando el presupuesto de la SEG utilizando de excusa a los líderes magisteriales que se empacharon con dinero y hasta con chambas.

Igual ni se atreven a mencionar al feroz rugiente fiscal Xavier Olea, que se agazapó en su “prudencia política” para no cumplimentar las órdenes de aprehensión contra líderes magisteriales.

Como nada hay oculto en este mundo, por ahí trascendió el enojo gubernamental porque durante seis meses se estuvo “apoyando” a la líder y sus compinches cetegistas para que le bajaran de intensidad a sus operativos y el vandalismo, pero poco caso hicieron y ahora antes de salir de vacaciones presionan hasta el tope, estrangulando Acapulco y Chilpancingo.

No hay que ser adivinos para pronosticar que las autoridades tendrán que doblar las manos, pues les tomaron la medida y son rehenes de los caprichos sindicales magisteriales.

Todo por no haber suficiente voluntad política para aplicarles la Ley como es debido, sin concesiones ni excepciones, lisa y llanamente.

A veces se me imaginan como los parroquianos coyones de una famosa cantina que en Cuba frecuentaba Ernest Hemingway, donde un vivillo se metía acompañado de su león de circo a beber sin pagar y por miedo a la fiera apestosa nadie hacía nada.

Pero un buen día el gran escritor entradito en copas se armó de valor y repentinamente se le fue encima al abusivo sacándolo a empellones de la cantina y, el león ni siquiera rugió, entonces igual jaló de las greñas a la bestia expulsándola del antro.

Aplausos para el “héroe” que socarronamente les recriminó que nadie se había fijado que el león estaba chimuelo y por eso era inofensivo, pero aprovechaba el dueño su apariencia para infundir miedo.

¿Qué harían de veras los cetegistas si un buen día les ponen frente a la fuerza pública actuando no como espantapájaros, sino como policías con permiso de actuar?

¿A poco son tan ineptos los gendarmes para no lograr capturar a la veintena de encapuchados que vandalizan y saquean oficinas públicas?, ¿acaso hay órdenes superiores de que se hagan disimulados mientras queman documentación que pudiera probar desvíos financieros?

Quemar evidencias para que no quede huella es un recurso viejísimo, que en su oportunidad utilizó Nerón en Roma y aquí ya van tres gobernadores al hilo que les incendian oficinas públicas: Zeferino, Ángel y Rogelio. ¿Simples coincidencias?

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina del Gis y Abaco, ¿cuántos días piensan durar sus colegas en plantones afectando Acapulco y a nosotros aquí?

-Depende de los millones que les vayan a tener que aflojar y de que no les quieran mochar tanto porcentaje los funcionarios encargados de darles el dinerote.

-¡Aaarajo teacher!, ¿tiene usted pruebas?

-Mis colegas cuando se emborrachan hablan mucho, pero no somos tontos los del pueblo de a pie y se sabe todo tarde que temprano.

-¿La voracidad y deshonestidad son requisito en la burocracia que padecemos?

-¡Shhh… cábrense cayones!, Héctor Astudillo prometió que en su administración ya no habría topillo.

-¿Y dijo a partir de cuándo, teacher?

-Ujule, ahí sí que me la ponen dura y pelona, no recuerdo haber escuchado fechas claras.

-¿No pensará remover al titular de la SEG porque no pudo con el paquete de tener en paz a los teachers maestros, ni siquiera como cuando con Zeferino?

-Ese ha de ser el obstáculo chamacos.

Ya sé que me alegarán eso de la “prudencia política”, porque las acciones guerrilleras son concertadas con las de Chiapas y Oaxaca en la insurgencia magisterial, y las autoridades estatales ya no sienten lo duro sino lo tupido, pero precisamente esa inacción oportuna dejó que el conflicto fuera creciendo hasta salirse de control; hay que recordar que la torpeza y la negligencia también son punibles cuando se las cuadra en posible complicidad.