* Astudillo nombra nuevo vocero único
* Roberto Álvarez, de absoluta confianza
* Rediseñar la comunicación política, meta
Jorge VALDEZ REYCEN
Roberto Álvarez Heredia ha estado cerca, en los últimos 20 años, del gobernador Héctor Astudillo Flores.
No quedan dudas de que goza de la confianza del gobernador de Guerrero, quien hasta ayer fuera su asesor personal y quien confeccionaba discursos y tenía la responsabilidad de trazar las políticas públicas en materia de transparencia, el código de ética de servidores públicos y una estrecha relación con Luis Carlos Ugalde.
Pero, además, el nuevo vocero en seguridad pública del Grupo de Coordinación Guerrero ha estado trabajando muy de cerca desde hace más de un año con Florencio Salazar Adame y el equipo de trabajo de Astudillo Flores.
Para Álvarez Heredia no son ajenos los prolegómenos y vericuetos de la comunicación, ya que ha sido un acucioso estudioso del fenómeno de la comunicación política. Fue secretario de Prensa y Propaganda del CDE del PRI, en 1999, ha sido subdirector de Comunicación Social en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero (1996-1999), fue diputado local y en el Ayuntamiento de Chilpancingo siempre se ubicó de cerca a Astudillo.
Hoy que las condiciones apremiantes en materia de seguridad han generado un fenómeno inédito con el uso exacerbado, manoseado, desaseado de las redes sociales para desvirtuar la política pública en materia de comunicación social, el gobierno de Astudillo echa mano de un personaje que no es improvisado en el rubro. De personalidad sobria, mesurado, cordial y ameno, Roberto Álvarez Heredia llega a recomponer un aspecto crucial: la divulgación precisa de las acciones de gobierno en materia de seguridad.
La confianza del gobernador es el principal soporte técnico del nuevo vocero. Lo escucharemos y veremos en temas álgidos, poco amables, pero igual de inquietantes y hasta incómodos. No debe haber temas ocultos, ni tabúes. Todo deberá ser abordado con prontitud, exactitud y don de palabra.
Las acciones que el Grupo de Coordinación Guerrero deberán ser transparentes y puntuales, como lo obliga el momento.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong definió en el decálogo pronunciado hace 15 días ante empresarios, que era imprescindible la creación de la figura de un vocero único que saliera a dar la versión oficial y el posicionamiento de los tres niveles ante cualquier eventualidad.
Se trata, pues, de un requisito formal para aplicar el rediseño de una serie de acciones en materia de comunicación que permitan al propio jefe del Ejecutivo un respiro ante los medios de información y allanar la entrada en escena de un vocero. Era la medida más prudente y hasta necesaria, por salud pública.
Ya con el referente señalado, Álvarez Heredia solo tiene que llevar a cabo lo aprendido en más de 20 años al lado de Astudillo.
Hay tres consejos básicos: el primero, es que debe ser seguro al hablar y mirar de frente a cámaras, no leer, ni pararse de forma descompuesta ante los medios. Informar los datos duros de cualquier hecho, sin caer en especulaciones. Ofrecer un rostro amable, cordial y sin llegar a lo festivo, pues su trabajo no puede ni debe interpretarse que es de alegría o júbilo al transmitir el reporte de una lucha sin tregua contra grupos delictivos y violentos.
Dicho lo anterior… A darle.
Nos leemos mañana… SIN MEDIAS TINTAS.