Muere Lucio Cabañas

 

Por Chanssonier

 

En un lugar conocido como El Otatal, en la sierra del municipio de Tecpan, fue asesinado por soldados del Ejército Mexicano, el profesor Lucio Cabañas Barrientos, quien había retenido al gobernador electo del Estado, ingeniero Rubén Figueroa Figueroa, creyendo que un diálogo entre ellos serviría, para que el jefe guerrillero depusiera las armas, sin pensar que en lugar de eso lo retendría. La violenta muerte de Cabañas ocurriría el 2 de diciembre de 1874.

El levantamiento armado tuvo como principal motivo, las muchas carencias que tenían los habitantes de los pueblos de la serranía, quienes carecían de alumbrado eléctrico, así como la mayor parte de los servicios públicos. Figueroa Figueroa viajó a la sierra para decirle a sus pobladores, que contarían con lo exigido, manteniéndolo enseguida cautiverio, motivo por el cual el presidente del PRI, Jesús Reyes Heroles, le tomó la protesta en ausencia, caso único en la historia de la entidad.

Conocidos los hechos el presidente Luis Echeverría, ordenó el rescate del plagiado, quien era dirigente del Partido de los Pobres. Enseguida soldados de la 27 zona militar, acantonados en Atoyac de Álvarez, se encargaron de peinar la sierra, para detener a Cabañas Barrientos vivo o muerto. Luego de varios días de un minucioso rastreo, dieron muerte al rebelde pudiendo rescatar sano y salvo al político, quien el primero de abril de 1975 rindió protesta como gobernador de la entidad.

Hoy la figura de este limpio luchador social ha sido reconocida, habiéndose levantado en la Costa Grande algunos monumentos, en el que le reconocen su lucha en favor de los desposeídos.

 

Un dirigente ejemplar

 

Si el magisterio ha tenido a lo largo de su vida sindical, un dirigente que se haya caracterizado por su honestidad, así como una tarea benéfica en favor de sus representados, ese ha sido el profesor Othón Salazar Ramírez, líder del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), quien consiguió para su gremio caracterizado por bajos salarios, un mejor nivel de vida en la noble tarea que desempeña. Triunfante en sus exigencias no le fueron perdonadas, por el gobierno encabezado por el presidente Adolfo López Mateos, quien ordenó su encarcelamiento, habiendo perdido además la plaza que como docente tenía.

Esto viene a colación porque el 4 de diciembre del año 2008, Salazar Ramírez murió en el pueblo de Alcozauca de donde era originario. Su vocación para la enseñanza escolar la dio a conocer desde que era un adolescente, ingresando a la Escuela Nacional de Maestros cuando su tío Juan B. Salazar, era director del plantel.

Mirando un magisterio mal pagado organizó el MRM, logrando la paralización del profesorado, aunque él en lo personal sufrió las consecuencias de lo realizado, siendo puesto en reclusión perdiendo además su plaza de docente.

En la administración de Alejandro Cervantes Delgado, resultó electo alcalde de Alcozauca, teniendo otras oportunidades en la política que rechazó.

Sintiéndose con una salud quebrantada se radicó en Tlapa; por disposición previa dispuso ser llevado a Alcozauca en donde está sepultado.