* Los que se aferran al cargo, serán exhibidos

* A locutor de eventos, le quitan el micrófono

* Gente que era “espía” de Z sigue en la nómina

 

JORGE VALDEZ REYCEN

 

Con pena ajena, observé una escena donde el conocido locutor con el mote de “Toño Bocinas” se adueñó del micrófono para animar el banderazo de inicio del reencarpetamiento del circuito carretero de Puerto Marqués, en Acapulco. Con voz pastosa, engolada, comenzó a emitir palabras no muy convencido.

Entonces una mujer le pidió el micrófono y comenzó ella a ser maestra de ceremonias. Aquel hombre se hizo chiquito, ya no fue el soberbio, malencarado e insolente que desde 2012 “amenizaba” los eventos del gobernador como si estuviera en una carpa del circo Unión.

Ese era el ejemplo como miles de personajes que se aferran al empleo, a la comodidad de un cargo y a pesar de la conclusión de un ciclo e inicio de otro no lo entienden.

La del locutor es una historia que sintetiza un fenómeno: para que ese servidor haya tenido trabajo, es que hubo otro que se quedó desempleado… y así. Pero no.

En el 2005 la cacería de trabajadores para ubicarlos y despedirlos fue despiadada, pisoteando derechos laborales, cesando a Juan y Abraham, por el simple hecho de que “son priístas”, aunque fuera mentira. Fue un ejercicio abusivo, donde los medios documentamos los excesos, abusos, groserías y desplantes del gobierno “del cambio”.

Y esos que llegaron con el empresario de izquierda, se han perpetuado en los cargos que despojaron a quienes tenían más antigüedad, trayectoria y trabajo. No valieron argumentos. Ni la ley estuvo de su parte. De eso hay laudos en tribunales que no se cumplen.

En Palacio de Gobierno permanecen aún, como momias en aparador –al estilo de Guanajuato— personajes aferrados a 20 uñas al escritorio y a la nómina. Se mimetizan, como camaleones. Son expertos en el arte de la sonrisa, la pose y el besar los pies.

En la Secretaría de Cultura hubo un caso insólito: el ex titular liquidó a todos y les pagó el aguinaldo anticipado. La nueva encargada los recontrató a todos. Para Ripley!

En la FGE pasó lo mismo: 19 funcionarios fueron liquidados con sumas importantes de dinero y ahí siguen en la nómina. En la Coordinación de Giras, igual fenómeno ocurre con personal que sigue usando vehículos oficiales como propios, con carreolas de bebé abordo.

Es el vicio heredado por jefes de departamento que permanecen inamovibles, desde el 2005 cuando sirvieron de “orejas” o “espías” para filtrar las bitácoras de vuelo de los helicópteros del gobierno, el uso de Casa Acapulco como hotel de los allegados al jefe… y varias francachelas que protagonizaron.

Este tipo de acciones “menores” o que pasan aparentemente desapercibidas porque no son asuntos “importantes”, son en realidad algo sensible que debe ser analizado y tomado en cuenta. Claro que habrá excepciones honorables, pero el cúmulo es amplio.

En Finanzas, como en Educación, Salud y media docena de instituciones permanecen “sembrados” personeros que han usufructuado cargos públicos menores, pero que tienen la encomienda de guardar datos, recabar pruebas documentales y hasta documentos de secrecía y confidenciales que serán usados por quienes lucran en el vaivén de las aguas turbulentas de la política.

Desde la compra del equipo de cómputo, hasta de aquel helicóptero “Augusta” que usó un político de Acapulco para ingresar al récord Guinnes de esquiar descalzo en la laguna de Coyuca, jalado por el helicóptero del gobernador.

Al locutor de circo le quitaron el micrófono… pero a los otros ni los han molestado y siguen enchufados a la nómina… Nos leemos mañana, SIN MEDIAS TINTAS.