La Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) llamó al magisterio disidente a mostrar solidaridad con los pueblos y docentes afectados por el huracán “Erick”, que azotó con fuerza la región de la Costa Chica.


En comunicado, lamentaron los daños provocados por el fenómeno natural, pero también denunció que la tragedia dejó al descubierto las carencias históricas que enfrentan comunidades rurales del estado.
“El huracán no solo trajo viento y agua, sino que también evidenció una vez más lo que este sistema niega y esconde”, expresaron.


Indicaron que la pobreza y el abandono no es culpa de los pueblos, sino de políticas que enriquecen a unos cuantos y precarizan a la mayoría.


La CETEG aseguró que ante la falta de apoyo gubernamental, serán los propios maestros quienes, además de atender a sus familias, tendrán que reconstruir sus escuelas, apoyar a sus comunidades e incluso compartir sus alimentos con quienes más lo necesiten.


Los docentes también hicieron un llamado a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para que no utilice la tragedia con fines propagandísticos y si pretende hacerlo “la CETEG le dará el recibimiento que merece, con la dignidad organizada, no habrá silencio ni aplauso, sino memoria y verdad”.


Como parte de su plan de acción, la CETEG convocó a los trabajadores de la educación a aportar víveres en centros de acopio que serán habilitados en distintas regiones del estado, en los que podrán depositar alimentos no perecederos como arroz, frijol, atún, aceite, café, azúcar, papel higiénico, entre otros.


En el caso de Chilpancingo, el centro de acopio estará ubicado en el edificio sindical de la CETEG, sobre la calle Circunvalación, en la colonia Burócratas.


Los cetegistas aseguraron que esta acción es en correspondencia al pueblo de Guerrero, que tantas veces les ha dados todo, incluso quintándose el pan de la boca, para ofrecérselos.