TAILANDIA. —Un fuerte terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar este viernes, provocando una grave crisis humanitaria. Según reportes oficiales, al menos 144 personas han muerto y 732 resultaron heridas, de acuerdo con un comunicado difundido por el jefe de la Junta de Gobierno, Min Aung Hlaing, a través de los medios estatales.

El sismo, cuyo epicentro se localizó cerca de la ciudad de Mandalay, generó una amplia devastación, especialmente en un país ya afectado por conflictos internos. Las regiones de Sagaing y Meiktila fueron las más golpeadas por el desastre, y las autoridades temen que el número de víctimas aumente conforme avanzan las labores de rescate.

El temblor también se sintió con fuerza en países vecinos, incluyendo Tailandia, donde se reportaron daños materiales e incluso posibles víctimas, aunque todavía no se han confirmado cifras precisas.

Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) advirtió que, dadas las características del terremoto y la vulnerabilidad de las construcciones en las zonas afectadas, el saldo mortal podría ser aún mayor. El organismo indicó que muchas de las edificaciones no están preparadas para soportar sismos de tal magnitud, lo que incrementa el riesgo de colapsos y víctimas.

“El impacto de este terremoto podría traducirse en miles de muertes y pérdidas económicas considerables”, advierte el informe técnico del USGS.

Ante la magnitud de la tragedia, el líder militar de Myanmar hizo un llamado urgente a la comunidad internacional, solicitando apoyo inmediato de países y organizaciones que puedan brindar asistencia humanitaria. Varios gobiernos y entidades internacionales ya se encuentran evaluando el envío de ayuda para colaborar en las tareas de rescate y atención a los damnificados.