Por Pedro Julio Valdez Vilchis

AÑO DE 1986 ··· La mañana del lunes 11 de agosto, minutos después de las ocho de la mañana, recibí una llamada telefónica en mi casa, en Chilpancingo.

Al contestar recibí un “Hola, ¿cómo estás?”.

Al otro lado de la línea hablaba José Francisco Ruiz Massieu, subsecretario de Salud federal y aspirante a la candidatura del PRI para gobernador de Guerrero.

Tras los saludos de rigor, y a pregunta de él, le conté que un par de días antes había regresado de Ixtapa-Zihuatanejo, donde asistí junto con un reducido grupo de periodistas del estado –entre los que figuraba mi inolvidable amigo Andrés Campuzano Baylón—, invitados por la Presidencia del República, a la reunión del grupo de jefes de gobierno conocido como G6, que se llevó a cabo los días 6 y 7 de agosto precisamente en ese hermoso balneario de la Costa Grande de Guerrero y cuyo anfitrión fue el entonces presidente de México Miguel de la Madrid Hurtado.

(En un artículo posterior, comentaré algunas incidencias interesantes de ese evento internacional que contó con la asistencia de personalidades como Raúl Alfonsín, extraordinario y elocuente orador presidente de Argentina, Rajiv Gandi, de la India, Andreas Papandreau, de Grecia, Julius Nyerere, de Tanzania, y el primer ministro de Suecia Ingvar Carlsson).

Ruiz Massieu se mostró interesado en las las ideas medulares de los discursos de De la Madrid y Alfonsín y el incidente que se produjo durante la cena de gala que ofreció el presidente mexicano a sus invitados, derivado de un desliz de la cantante y actriz Rocío Banquells, que en aquella época dominaba las listas de popularidad musical en nuestro país.

Luego de escuchar la apretada relatoría que le hice, JFRM me dijo:

–Pedro Julio, hazme un favor. Llevo un rato tratando de localizar a Ángel Aguirre, a Jesús (Ramírez) y a Zótico (García), y no lo he conseguido. ¿Podrías localizarlos por favor y decirles que se comuniquen conmigo? Voy a salir en unos minutos a Los Pinos, porque me citó el presidente De la Madrid, y quizá no pueda contestar llamadas telefónicas un rato, pero diles que insistan, porque me urge hablar con los tres.

–Claro que sí, licenciado. Los buscaré y les daré su recado –le respondí.

Ángel Aguirre Rivero era en ese momento secretario General de Gobierno y junto con Jesús Ramírez Guerrero (quien por cierto me presentó con JFRM en abril de 1981) y Zótico García Pastrana formaban parte del gobierno de Alejandro Cervantes Delgado (1981-1987) y eran quizá los amigos más cercanos que en el estado tenía Ruiz Massieu. Otro político guerrerense también muy cercano a JFRM en ese entonces era Florencio Salazar Adame (que años más tarde sería secretario de la Reforma Agraria con Vicente Fox y embajador de México en Colombia con Felipe Calderón) sólo que el chilpancingueño tenía varios años radicando y haciendo política en la Ciudad de México.

Antes de colgar, le pregunté a JFRM:

–Oiga: ¿habrá humo blanco en Los Pinos? ¿Usted va a ser el candidato del PRI a gobernador?

–No lo sé, Pedro Julio. Pero creo que ya debe haber una definición del partido (el PRI) sobre quién va a ser el candidato.

Luego Ruiz Massieu me haría un par de breves comentarios en los que mencionó a Píndaro Urióstegui Miranda –político igualteco que era diputado federal y como él aspiraba a ser el candidato del PRI a la gubernatura del estado—, y a Félix Salgado Macedonio, actual senador de la República y en ese entonces director del periódico Acción de Iguala.

Al primero que localicé de los tres que Ruiz Massieu me pidió buscar para que se comunicaran con él fue a Zótico García. Luego de darme las gracias por transmitirle el mensaje de JFRM me dijo que él se encargaría de localizar a Aguirre Rivero y a Ramírez Guerrero.

Profesor de profesión, oriundo de Tepecoacuilco, Zótico García fue siempre cordial en su trato conmigo desde que coincidimos en el CDE del PRI, del que era secretario general al tiempo que el presidente del tricolor en el estado lo fue el economista Porfirio Camarena Castro, en tiempos del gobernador Cervantes Delgado.

Zotico García tuvo una trayectoria política más bien local: entre otras cosas, fue diputado y coordinador del Congreso del Estado y secretario General de Gobierno en la trunca gubernatura de Rubén Figueroa Alcocer (1993-1996).

El pasaje que relato vino a mi memoria porque ayer, a los 79 años de edad, Zótico García Pastrana rindió tributo a la madre tierra en su natal Tepecoacuilco.

El martes 15 falleció y ayer fue sepultado rodeado por su familia y amigos.

Descanse en paz.