David Martínez Téllez

Me pregunto ¿quién está interesado en la guerra física, bacteriológica e ideológica? Mi respuesta son quienes tienen poder económico, político o ideológico.

El desarrollo de la humanidad, tal y como la conocemos, ha sido de esa menera. Los poderosos frente la masa o muchedumbre. Y esos omnipotentes, principalmente, entre sí.

Ucrania. Rusia se vio amenazada por Estados Unidos y la OTAN porque se sintió acorralada. Cercada. Estados Unidos iba tejiendo alianzas con territorio ex soviético con apoyos económicos e ideológicos.

Ucrania es un excelente territorio con recursos naturales envididables. Lo que cualquier gobierno imperialista (Rusia también lo es) desea. Por supuesto que Estados Unidos también.

Rusia reacciona con el último medio a su alcance porque es poderoso. La guerra. Un enfrentamiento físico. Y lo diferencio porque actualmente vivimos otra guerra bacteriológica.

Ucrania en este momento nos devela la posición informativa. Unos a favor y otros en contra. Pocos gobiernos, por ejemplo, se pronunciaron contra China, porque presumiblemente de aquí se originó el virus del Covid. Y no lo hicieron porque este país es muy fuerte en muchos sentidos. Y China, con su pronunciamiento a favor o en contra de la guerra en Ucrania, podría desatar la tercera guerra mundial o detenerla.

La guerra bacteriológica nos aceleró un acercamiento a la tecnología. (Las ventas se realizan a través de sus plataformas -Mercado Libre y Amazon- Tal vez estos hombres, ahora muy ricos, son aliados del gobierno Chino al “soltar” el virus.

Los potentes o pujantes hombres de negocios se pelean por ser los futuros dueños del mundo.

La guerra bacteriológica hizo más ricos a países que lograron crear la vacuna: Estados Unidos, Alemania, China, Rusia.

Qué contraste. Como ya estamos viendo la luz al final del tunel con la guerra bacteriológica. Las vacunas contra el virus, donde, luego de dos años, va a ganar la vacuna. Con el conflicto de Ucrana y el uso de armas y personas, se puede prever el fin de la pandemia moderna.

El riesgo es que Rusia utilice bombas nucleares. Y que Estados Unidos intervenga. Es latente y con ello la conflagración. Horror. Y si lo comparo con lo observamos en la guerra bacteriológica hubo millones de muertes sin destrozos de inmuebles.

Debemos protestar por cualquier modo o forma de guerra. Física, bacteriológica e ideológica.

La última solo se puede combatir con lecturas, muchas de diferente fuente.

Las otras, no nos corresponde porque nada tenemos, pero quien nos gobierna nos obliga a meternos.

Por supuesto que existe otra alternativa para seguir o evitar la guerra. Se llama diálogo, el cual se va a celebrar. En este encuentro podría estar la dimisiòn del presidente de Ucrania. Estaremos atentos.