•  El delegado del gobierno federal en Guerrero aseguró que los cambios en la Secretaría del Bienestar han sido “los indispensables”

Federico Sariñana

El delegado federal en Guerrero, Iván Hernández Díaz, negó que la sustitución de funcionarios en la Secretaría del Bienestar sea una “cacería” o venganza política contra quienes son cercanos a su antecesor en el cargo, Pablo Sandoval Ballesteros.

También evadió polemizar con el diputado local de Morena, Luis Enrique Ríos Saucedo —cercano a Sandoval Ballesteros— quien hizo esa acusación el lunes pasado.

Entre los sandovalistas cesados de sus cargos están la delegada regional en Costa Grande, Leticia Rodríguez Rodríguez, y al menos media docena de responsables de áreas y programas en la Secretaría del Bienestar.

En conferencia de prensa tras anunciar la apertura de periodos para registro de beneficiarios de programas sociales, Hernández Díaz aseguró que los cambios han sido “los indispensables”.

Admitió que “el 90 por ciento de quienes aquí laboran estuvieron con él (Pablo Sandoval) y desde que llegamos hemos hecho los cambios estrictamente indispensables”.

Y agregó: “si todos ellos se incorporaron con él, es natural que si hay un cambio, por mínimo que sea, se pueda presumir” que hay revanchismo en esas decisiones.

Hernández Díaz insistió en que “como en todas las administraciones, es normal que haya cambios. Muchas veces son necesarios para eficientar el trabajo”.

Sobre los señalamientos de Ríos Saucedo contra su persona dijo no tener ningún comentario.