Gilberto Guzmán

Sergio Montes Carrillo, uno de los fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Guerrero, se apuntó para dirigir al partido, que desde el 2015 no tiene una reestructuración efectiva de sus órganos internos, para lo cual propone que la elección de la nueva dirigencia sea en urnas y que voten únicamente los afiliados, que en la entidad rondan los 23 mil.

En entrevista, el polémico militante morenista comentó que desde el 2019 no se han renovado los órganos del partido, en el 2020 se inició un proceso legal ante los tribunales para el cambio de la dirigencia partidaria pero no dio tiempo de cambiar los órganos internos, y así se llegó al reciente proceso electoral.

Comentó que en la elección del 6 de junio, a Morena le fue bien, pero le pudo haber ido mejor.

“Nos fue bien porque en Guerrero votó el obradorismo, que es mucho más grande que el morenismo y mucho más grande que el felixismo, y que le perdonó todo a Morena, todas las broncas que tuvimos internamente –como el haber judicializado el proceso interno del partido—, perdonó muchísimas cosas y le dijo a su presidente: ‘yo te refrendo mi votación y lo hago a tu partido político’”.

Por ello, dijo que al terminar el proceso electoral es necesario cambiar a encargados de los órganos internos, a más tardar el 20 de noviembre de este año, como marcan los estatutos.

Para ello se tiene que definir el método de elección de los órganos de dirigencia, que pueden ser asambleas –como se intentó en 2019 y no se logró—, encuestas —que se espera no sean “patitos” como las del reciente proceso electoral—, o elección en urnas para que voten los militantes de Morena, que en Guerrero son casi 23 mil los que tiene registrados el INE.

Sergio Montes apuntó que desde el 2015 Morena no ha tenido comités municipales, que es la célula de organización más eficaz de los partidos políticos, y esta sería la oportunidad para formarlos, así como para cambiar al Consejo Estatal, y que esa instancia elija al nuevo Comité Ejecutivo Estatal y las secretarías que lo integran.

Indicó que está trabajando para ser dirigente estatal de Morena y que en lo personal opina que el mejor método de selección de los órganos de dirigencia sería la elección en urnas, con base en el padrón de militantes registrado ante el INE.

Agregó que es necesario avanzar en este tema para reorganizar al partido rumbo al siguiente proceso electoral, porque el 6 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador “volvió a cargar con todo el proceso electoral”, pero Morena no siempre va a tener esa figura y no se puede correro el riesgo de quedar a la deriva.

“Tenemos que ser un partido organizado, estructurado; si nosotros no hubiésemos tenido ese voto masivo que se dio por el obradorismo, nos hubiéramos metido en un problema muy grande. No estábamos organizados para ganar. Un dato: no estructuramos la defensa del voto, (pues) de las 15 mil actas que debía tener el partido, no logró ni el 60 por ciento. Si no se hubiese dado el voto masivo como se dio, hubiésemos perdido todo en una impugnación, porque no había forma de defender los votos del partido”.

Explicó que eso ocurre “porque no se trabaja, porque no hay estructura, porque no se hizo el trabajo como se tiene que hacer”, y por ello es necesario darle al Morena la vida orgánica que necesita y que debió tener desde hace tiempo.