• “En estos días sigamos cuidando nuestra salud que es frágil, así cuidamos la salud también frágil de los demás”, recomendó monseñor Leopoldo González

Ana Lilia Torres

ACAPULCO.— En su mensaje con motivo de la Navidad, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, expresó que la salud es frágil, por lo que hizo un llamado a la población a seguir los cuidados para evitar contagios de COVID-19 durante las celebraciones por el nacimiento de Jesús.

El prelado dijo que “este año la pandemia nos ha vuelto a ser conscientes de nuestra fragilidad, y al vernos frágiles, muchos sentimos temblar nuestro corazón, pero Dios nos da paz”.

En su mensaje, lamentó que el problema de violencia ha crecido en el país y principalmente en el hogar, por lo que pidió a los ciudadanos aprender a convivir en armonía.

“También hago un llamado a la conversión a quienes perpetran el mal en la delincuencia común o en el crimen organizado: dejen ese camino que ha sembrado tanto dolor y muerte”, clamó el arzobispo.

Con respecto al verdadero sentido de la Navidad, el clérigo señaló que al recordar el acontecimiento de su llegada, “Jesús nace de nuevo en medio de nosotros y como a los pastores que velaban sus rebaños en los campos de Belén, nos envuelve con su luz”.

Con su nacimiento, añadió, Jesús como hijo de Dios “se hizo uno de nosotros para salvarnos y es lo que confesamos cada vez que pronunciamos su santo nombre, Jesús, que significa Dios salva”.

Monseñor González González resaltó que Jesús representa el rostro más expresivo de la misericordia con que Dios Padre nos ama, un amor más luminoso que cualquier oscuridad nuestra.

“Sí, hay tinieblas en los corazones humanos, pero más grande es la luz de Cristo. Hay tinieblas en las relaciones personales, familiares, sociales, pero más grande es la luz de Cristo”, agregó en su mensaje navideño.

Dijo que cuando hay tinieblas y conflictos económicos, geopolíticos y ecológicos, “con ilusión vayamos a Belén, y dejemos que el rostro del Niño Jesús nos envuelva con su luz”.

Destacó que es tiempo de fortalecer en nuestra sociedad la cultura del encuentro, de compartir de lo que tenemos  y cuidar de la salud unos a otros.

“En estos días sigamos cuidando nuestra salud que es frágil, así cuidamos la salud también frágil de los demás. Tengamos esto muy en cuenta en nuestras celebraciones en familia y en nuestras expresiones de afecto. Nos necesitamos”, indicó finalmente el clérigo.