• * Monseñor Leopoldo González pidió a la población celebrar Días de Muertos y San Judas en casa, porque el riesgo de contagios en Guerrero aún es muy alto

Ana Lilia Torres

ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, calificó como una “una tragedia muy dolorosa” los más de 85 mil muertos que ha cobrado el COVID 19 en México y el gran número de trabajadores sanitarios infectados durante la pandemia, por lo que insistió en la necesidad de hacer todo lo que depende de cada uno para disminuir el riesgo de contagio, que sigue siendo alto.

En un mensaje a la feligresía, el prelado reiteró su “invitación a no descuidarnos, el riesgo de contagio en nuestro Estado es alto. Estamos en el color naranja del semáforo epidemiológico”, indicó.

Insistió en que es importante seguir los cuidados que recomienda el sector salud, porque de esa forma ayudan “a que sean menos los contagios, y así sean menos las personas que enfermen o mueran, y sean menos las familias que sufran por la enfermedad o la muerte de un ser querido”.

Sobre la celebración de los Días de Muertos señaló que con el propósito de cuidar la salud de todos, el gobierno comunicó que los panteones estarán cerrados del 26 de octubre al 8 de noviembre, por lo que pidió levantar para ellos un altar en casa.

“Nuestros seres queridos difuntos nos quieren y nos quieren bien. Los honramos si nos cuidamos para estar bien como ellos nos quieren. Los recordemos y oremos por ellos en casa”, expresó el clérigo.

Dijo que la iglesia católica celebrará la eucaristía el día 2 de noviembre para los santos difuntos y algunos podrán participar de manera presencial, o de manera virtual.

En lo que respecta a la fiesta de San Judas Tadeo, señaló que algunos fieles podrán ir a visitarlo al templo en algún día de la novena, pero no en grupos, sino de manera individual, evitando toda aglomeración o podrán  celebrarle en ante la imagen que tienen en su hogar.

En otro tema, el prelado católico recordó que el pasado 16 de octubre, se celebró el Día Internacional de la Alimentación, con el fin de promover que cada persona pueda tener su alimento cada día y que lo que consume sea realmente saludable.

Aprovechó la ocasión para agradecer al gobierno, empresas y comunidades parroquiales, la oferta de comedores comunitarios y de despensas, cuando la pandemia dejó de la noche a la mañana sin trabajo a muchas personas cuya familia vivía de lo que sacaban del trabajo del día.

“Gracias también a quienes buscaron la manera de que sus trabajadores pudieran seguir obteniendo lo necesario para alimentar su hogar. Fueron y siguen siendo una gran ayuda”, expresó el clérigo.