ANA LILIA TORRES

ACAPULCO. — Integrantes de la Fundación por la Defensa de la Niñez “Caritas Felices” protestaron afuera de los juzgados en materia familiar del Poder Judicial del Estado, ubicados en Caleta, para exigir a las autoridades que agilicen los juicios de guarda y custodia  de sus hijos, para poder tener con ellos una mayor convivencia.

Alrededor de las 12:00 del día, padres y madres de familia, con pancartas, se manifestaron en el acceso principal de las instalaciones, para pedir una mesa de trabajo en las que plantearán la necesidad de hacer reformas al código familiar del estado de Guerrero.

Durante la protesta, Jesús Suárez Sánchez, presidente de Fundación por la Defensa de la Niñez “Caritas Felices” informó que el motivo de la protesta fue pedir que se lleven a cabo mesas de trabajo con las autoridades del poder judicial, para agilizar los procesos de guarda y custodia, así como tener mayor convivencia con los menores de edad.

Indicó que la fundación está compuesta por 40 personas de Acapulco que están en juicio con sus exparejas para tener la tutela de los hijos.

Expuso que la ley establece que debe haber justicia pronta y expedita, sin embargo, hay dilación en los procesos que están a cargo de los jueces de los 5 juzgados  de distrito en materia familiar que hay en todo el estado de Guerrero y eso complica la convivencia familiar.

“Nosotros como padres de familia divorciados estamos luchando, peleando para que se nos deje ser partícipes en la educación, crecimiento y formación de nuestros hijos, pero durante los procesos, para definir guarda y custodia, los jueces nos mandan a centros de convivencia familiar donde vemos a nuestros hijos dos o tres horas a la semana”, dijo.

Suárez Sánchez manifestó que la única razón que la ley marca para no estar cerca de sus hijos es que como padres representen un riesgo, pero en el caso de ellos no es así, ya que “ninguno de nosotros” causaría algún daño a sus hijos.

Además, señaló que los niños tienen derecho también a convivir con los demás familiares, como son tíos, primos y abuelos, y en este caso solo acuden ellos como padres a los centros de convivencia, además de que lo hacen con supervisión.

Lamentó que en muchos casos los padres o madres que tienen con ellos a los hijos los utilizan como arma para afectar a sus exparejas y los denuncian por violencia para ganar los juicios, sin detenerse a pensar en que causan un grave daño psicológico a los menores.